En Acajete, la plaza está caliente. Lo sabe el edil Antonio Aguilar Reyes, quien postula para una diputación de la coalición Por Puebla al Frente con los partidos Acción Nacional, Revolución Democrática y Social de Integración.

El funcionario municipal y candidato está metido en medio de una familia mafiosa. A quien en la región se le conoce con el apodo de El Tío lo ubican como parte de una parentela de trayectoria delictiva.

El clan es conocido como la banda de Los Aguilar y el principal jefe es el candidato. O eso dicen.

La posición política de El Tío podría tambalearse si la Fiscalía General del Estado elimina criterios políticos para perseguir presuntos delincuentes. Es pariente directo de los homicidas que ultimaron a Alejandro Rivera Reyes y José Luis Rivera López, en el domicilio marcado con el número 104 de la calle 3 Sur, en el Barrio de la Luz, la semana pasada.

La primera línea de investigación indica que se trató de un asalto; sin embargo, en el avance de los trabajos de inteligencia se establece que se trató de un ajuste de cuentas por narcomenudeo.

De eso tienen conocimiento en la dependencia que encabeza Víctor Carrancá Bourget, sin mover un dedo. No sólo eso. Los sobrinos están inmiscuidos en amplio catálogo delictivo: tráfico de drogas, robo de combustibles, asalto a transporte de carga y extorsión de indocumentados.

Botón de muestra de la impunidad que domina la escena, Aguilar Reyes no sólo no ha sido llamado a cuentas por el último crimen de su familia, sino que en el pasado. En septiembre del año pasado fue detenido en San Francisco Ocotlán, Coronango un sujeto apodado El Chimule.

Fue puesto a disposición de la delegación de la Procuraduría General de la República. Al momento de su captura había presumido ser originario de Acajete, en donde recibía protección de su primo, quien ahora es abanderado a una diputación por la coalición que tiene como candidato presidencial a Ricardo Anaya, rodeado de problemas por presuntos actos de corrupción como el lavado de dinero.

No obstante que El Chimule estaba en posesión de 20 mil litros de gasolina robada y 17 vehículos para el trasiego del hidrocarburo, a El Tío nadie lo ha perturbado.

Aguilar Reyes ya fue candidato y ganó luego de un proceso extraordinario bajo el cobijo de una coalición de partidos que integraron Acción Nacional, Compromiso por Puebla, Nueva Alianza y Social de Integración, la criatura del ex gobernador Rafael Moreno Valle.

No es la primera vez que un edil postulado por esta coalición electoral es pillado con claros vínculos con grupos delictivos. Pablo Morales en Palmar de Bravo y José Velázquez Reyes, en Atzitzintla son ejemplo de lo que sucede en el llamado “Triángulo Rojo”.