Aunque los morenovallistas se han empeñado en presumir un empate técnico en donde a veces el ganador es Luis Miguel Barbosa y otras veces Martha Erika Alonso, la verdad es que esas cifras son una cortina de humo para no reconocer el efecto López Obrador.

Más allá de recordar que en las dos elecciones federales pasadas, Andrés Manuel se alzó con la victoria en Puebla, debemos tener en cuenta el contexto en el cual se realizarán las elecciones del próximo domingo 1 de julio.

En una sola votación los poblanos elegirán al presidente de la República, a los senadores, diputados federales, gobernador, diputados locales y presidentes municipales, amén de alguna consulta pública que se sume. 

En ese contexto debemos entender que la diferencia entre López Obrador y Ricardo Anaya, por más de 16 puntos porcentuales, así como los 20 puntos que le lleva de ventaja el líder de Morena a Pepé Meade, es un factor que no se debe despreciar y que los morenovallistas ya intentan apagar.

La clave es el factor AMLO en Puebla, donde la imagen del candidato es lo suficientemente fuerte para lograr un arrastre e incluso lograr lo que se conoce como el carro completo; pese a la imagen que desea construir el morenovallismo en el imaginario colectivo, la realidad es que los puntos de diferencia que le lleva El Peje al joven maravilla son más que suficientes para romper y por mucho el “empate técnico” entre Miguel Barbosa y Martha Erika Alonso.

Un segundo detalle que no debemos perder de vista en Puebla y que ampliará aún más la ventaja entre los dos punteros que buscan Casa Puebla, es el tema del llamado voto diferenciado. Con 6 boletas por marcar y ante la mercadotecnia y propaganda que ha manejado el equipo de Andrés Manuel es posible asegurar que difícilmente los ciudadanos decidirán por un partido a la grande y otro a la gubernatura. 

Así, si sumamos el factor AMLO y la concurrencia de las elecciones, podemos deducir que la ecuación del empate técnico se descompone y augura que el 1 de julio Morena y sus candidatos arrasen en el estado, de otra manera uno difícilmente se explica que el Movimiento Regeneración Nacional en la entidad se haya comprometido a entregarle 1 millón 250 mil votos a su candidato presidencial, 100 mil sufragios más que los que alcanzó la votación histórica de 2010.