José María Sosa Álvarez, El Chema, el presunto feminicida de Paulina Camargo hace dos años y medio es dueño de una conducta violenta, como se planteó en la entrega de Parabólica el jueves 21.

El hombre que vive en una zona apartada del centro de reclusión en San Miguel, protegido y lejos de las incomodidades que enfrentan todos los días los presos en el área común, fue captado en una foto y la imagen fue enviada al autor de la columna.

Sin aspavientos, con ropa de marca y dueño de un físico que refleja el trabajo de gimnasio, el presunto homicida a punto de salir del encierro, tras ser acusado de asesinar a Paulina embarazada en agosto de 2015, se hace acompañar de una joven que asiste a la visita conyugal fuera de horarios y restricciones.

Esta misma semana, mientras era redactada la entrega de la Parabólica, Chema golpeaba a su pareja sentimental. Profesional del Taekwondo, decidió que era un buen día para  lastimar a su visitante conyugal en las costillas, hasta someterla y hacerla llorar.

“Un perfil psicológico y criminólogo del presunto homicida y padre del bebé que Paulina Camargo llevaba en el vientre establece que es una persona con un bajo nivel de tolerancia, inseguro, egocéntrico y agresivo con problemas para relacionarse”, decía la columna de la víspera.

Testigos de su estancia en el interior que consiguieron contactar al reportero, dijeron textual las fuentes en el interior del penal “se le mira esa tendencia, es muy inseguro y con facilidad pierde, nomás que aquí se calma”.

Se transcribe el mensaje de texto que la víspera se recibió, con todo y su sintaxis y ortografía original de un interno de quien el columnista de reserva por razones obvias: “X lo que esta observado el como se comporta con su novia (...) yo podría apostar a que si es culpable se le mira esa tendencia”.

En agosto de 2015 el gobierno de Rafael Moreno Valle, enfrentaba la peor crisis política tras la muerte de José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, el menor de edad muerto luego de un desalojo carretero encabezado por su secretario de Seguridad, Facundo Rosas.

Un año después, en 2016 crecía su aspiración por ser candidato presidencial por Acción Nacional. Profundizar en la investigación para castigar al responsable era equivalente a pegarse un tiro en el pie. La casualidad es siniestra.