Tras el perdón de Roxana Luna a los morenovallistas y gente de su partido empezó el calvario mediático y en redes sociales de la aspirante convertida al grupo en el poder.
Y lo peor, se destapó la cloaca. Resulta que en la elección de 2016, Roxana Luna no pudo comprobar gastos de campaña por lo que el PRD tuvo que destinar la cuarta parte de sus prerrogativas para pagar la multa aplicada por el Instituto Nacional Electoral (INE), que generó la falta de transparencia en el manejo de los recursos en 2016 de la entonces candidata al gobierno del estado.
La resolución CG590 del INE señala claramente que Luna Porquillo y su equipo de campaña no cumplieron con la temporalidad de la información. Además la autoridad electoral advierte que hubo irregularidades en el pago de impuestos.
En una breve leída el órgano electoral dedica más de cien páginas al caso Puebla.
Si bien Roxana llevó las escobas para barrer la corrupción en Casa Aguayo, sucede que en la justificación de gastos de campaña metió facturas por la compra de “escobas y paliacates”, de acuerdo con el propio instituto tales productos no se vinculan como objetos de campaña, pero hay más, la factura que entregó fue por 5 mil 220 pesos, si se toma en cuenta que en precio de mayoreo, cada escoba cuesta 25 pesos, habrá que analizar por qué el sobreprecio.
Hay algo que genera sospecha, el porqué el secretario general del PRD en ese momento, Carlos Martínez Amador, supuesto crítico de Roxana Luna, no promovió la sanción en contra de la ex candidata, ya que les quitaron la cuarta parte de las prerrogativas el año pasado, pues de los 14 millones 266 mil 980 pesos que recibirían les descontaron los 3 millones 529 mil 394 de la multa.
Tal vez Roxana perdonó, pero hay quienes a ella aún no la perdonan.
Al tiempo. Por el momento, Roxana Luna está en el ojo del huracán y sin duda, el cambio de parecer le traerá más puntos negativos que positivos.
Veremos y diremos.