A casi cincuenta días de las elecciones, uno de los candidatos que ha sido el centro de las embestidas mediáticas es Luis Miguel Barbosa, a quien hasta hace un año todos daban por muerto en sus aspiraciones  a la gubernatura.

Un grupo que no se sabe si sirve al PRI, o al PAN, encabezado por Ricardo Jiménez, y Violeta Lagunes, decidió aprovechar un video en el que presuntamente Tatiana Clouthier cuestiona a Luis Miguel Barbosa y pide apoyar sólo a Andrés Manuel López Obrador.

La ex panista y ex aspirante a la candidatura a la alcaldía de Puebla por Morena subió un twitter arrobando a la coordinadora de la campaña de Andrés Manuel, pero la sorpresa fue mayor cuando Tatiana le dijo a Violeta Lagunes que ni siquiera la conocía, y peor aún, le precisó: “Cuando vaya a Puebla con Miguel, te invito un café”.

Hay quienes no soportaron que el dedo de López Obrador no los eligiera, o tal vez ya tenían un plan negociando con los grandes, pero tampoco esperaban que Tatiana respondiera de inmediato respaldando al candidato de Morena.

Una campaña como la que ha realizado Violeta Lagunes, en la que hay bardas pintadas por todo el estado y que evade cualquier auditoría del INE, es difícil creer que no haya un interés político atrás.

Sobre todo cuando Violeta es una de las principales impulsoras no sólo de AMLO, sino de todo el proyecto de Morena incluido Luis Miguel Barbosa, quien era respaldado por su ahora detractora.

Es evidente que detrás de esta millonaria campaña, hay una mano negra.

Mejor solo que mal acompañado

Otro personaje que ha sido llamado para hacer la guerra sucia es Armando Ríos Piter, quien ayer estuvo en Puebla para atacar el sistema de partidos políticos, pero manifestar su amor a José Antonio Meade.

Incluso, el ex aspirante a la candidatura presidencial por la vía independiente, aseguró que su proyecto “Fuerza Jaguar” abonará un millón de votos a la campaña de José Antonio Meade Kuribreña, abanderado de la coalición “Todos por México”, a pesar de que el Instituto Nacional Electoral solo le reconoció 242,646 firmas.

Una pregunta que rehuyó el senador fue la referente a 900 mil firmas apócrifas que presentó en su afán por ser candidato independiente.

Con apoyos como estos, vale más ir solo.