1.- Los aniquilamientos físicos, las angustias familiares provenientes de ellos; las tragedias nacidas de las ausencias del padre de familia, tío, hermano sustentador de los hogares disminuidos por la muerte circunstancial, incluyendo la nacida de actos delictivos, o de las acciones represivas de policías, Ejército, Marina, cuerpos ciudadanos armados, suman cientos de miles, disminuidos informativamente por los gobiernos, para no asustar a la población, asustada ya por lo que a diario ve o el vecino ha experimentado.

2.- De ello, cada grupo humano ha hecho su tragedia, omitiendo lo total.

2.1.-Los viejos pelean por que se apliquen mayores castigos a l@s mata viejit@s.

2.2.- Los jóvenes idénticamente plantean sus casos.

2.3.- Las mujeres por lo consiguiente. De ahí ha nacido en varias partes de nuestra Casa Grande: México, la tipificación delictiva denominada feminicidio, puniendo con más años de cárcel al que aniquila físicamente a una mujer.

3.- Las mujeres mexicanas al igual que las extranjeras, exceptuando 6 o 7 países, viven disminuidas en sus derechos de acuerdo con el grado de desarrollo de la civilización a la cual pertenecen.

4.- La situación femenina hondureña, no es comparable a la de los Estados Unidos en los estratos más bajos, pero idéntica a los grupos mujeriles mexicanos de diversas marginaciones. Compararse con sociedades más civilizadas no es procedente por las desigualdades.

5.- Educados en la influencia hispaniola donde predominan las palabras sobre los hechos; las promesas sobre lo concreto; las palabras sobre los números, y estos, sí hay, alejados de estadísticas comparativas o gráficas elocuentes, la defensa femenina encontrando su mejoría evolutiva, es un simple bla, bla, bla, de académicos, políticos, publicistas, activistas, mujeres en religión —no espiritualidad—, que afanosamente creen resolver el problema quejándose de las agresiones.

6.- Ideal es que, en Puebla, en cada estado, en cada municipio, se creen comités de Salud Mental Pública, donde se fijen los mecanismos educativos para extirpar la violencia general, enfatizando la calidad de vida nacional.

7.- Sí logramos cambiar el modelo educativo, haciéndolo humanista, mejoraremos a la sociedad entera incluyendo a los recién llegados de otros países o naciones.

NUESTRA CASA

No es que las elecciones no valgan. Pero primero el programa.