1.- El antecedente aquí narrado da idea anterior a los hechos igualtecos en que mueren 43 jóvenes normalistas: un testigo acude ante un notario público a narrar al fedatario —da fe—,  que él vio cómo se consumó en su presencia un artero homicidio. 

Precisa los nombres de los asistentes, del asesino, del asesinado, de las armas vistas y de la usada para el fin, día, hora, lugar y circunstancias.  El asesino es el señor Abarca que era alcalde de Iguala en Guerrero.

1.1.- Tienen conocimiento de esto con documento notarial en mano: alguien de la Secretaría de Gobernación Federal, diputados locales, federales, funcionarios partidarios —todos del PRD—, más el procurador, y el gobernador.  El homicidio no tuvo eco jurídico, ni mediático. 

Asesinado a sangre fría fue un ingeniero por destacarse como conductor de míseros campesinos demandando abono y semillas para no morirse de hambre o entregarse a la delincuencia guerrerense.

2.- Este alcalde Abarca será posteriormente la cabeza central de una hidra asesina que victima a 43 jóvenes estudiantes normalistas:

a).- Los 43 ilegalmente atentando contra la propiedad privada, son parte de un contingente que ha tomado por violencia unidades de transporte público para desplazarse por la geografía de su escuela a destinos cercanos.

b).- Confundidos los 43 con delincuentes enemigos de la mafia delictiva que ahí manda, los policías municipales de 2 o 3 ayuntamientos, los entregan como chivos para ser sacrificados y lo son.

3.- De ahí nacen diversas especulaciones para ver cómo fueron desaparecidos los cadáveres, aunque algunos padres tienen la certeza que sus hijos viven trabajando en campos norteños produciendo amapola o marihuana.

La esperanza es valor humano, no enfermedad mental.

4.- La PGR  Federal da una teoría del ¿Cómo fueron desaparecidos 43 cuerpos?, supuestamente bajo incineración, la cual no fue aceptada por una comisión no nacional, pagada por el gobierno mexicano.

5.- Ante los ojos del hemisferio occidental de varias de sus ONG´s  la comisión de padres de los 43 desaparecidos  han  insistido machaconamente, en conocer la realidad más racional pues no aceptan la verdad oficial de la incineración masiva.

6.- Para fortuna nuestra, el primer tribunal colegiado del décimo noveno circuito del Poder Judicial Federal sito en Tamaulipas,  ha dictado:

1º.- La creación de la Comisión de la Verdad de Iguala.

2º.- La aplicación del Protocolo de Estambul para verificar la existencia o inexistencia de tortura para 130 detenidos por la masare igualteca.

La búsqueda de la verdad dictada ahora por un tribunal federal, enaltece a la justicia tomando decisiones sociales, necesitadas para terminar con un drama mexicano, en el cual no solo los 130 detenidos están involucrados, sino que arrojará consecuencias penales por omisión a otros hasta ahora protegidos circunstancialmente.

En cuanto al Protocolo de Estambul, creado durante 3 años por 75 expertos en salud, leyes, y derechos humanos, gracias a ciudadanos turcos y médicos estadounidenses, empieza a ser usado como arma litigiosa por defensores de reclusos incluso sentenciados, buscando su libertad.

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