Ayer la señora Isabel Miranda de Wallace intentó lavarle la cara al titular de la FISDAI, Fernando Rosales Solís, en respuesta a una columna del reconocido reportero Alfonso Ponce de León, en donde exhibe los resultados de esta fiscalía especial antisecuestros.

En la columna del reportero policiaco de Intolerancia Diario, se mencionan casos fallidos en los cuales la FISDAI ha actuado sin éxito. Aquí la columna:


FISDAI, las derrotas ocultas
ALFONSO PONCE DE LEÓN

Una ha sido la fachada que la FISDAI (Fiscalía Investigadora de Secuestros y Delitos de Alto Impacto), ha presentado ante los poblanos con el esclarecimiento de secuestros y el rescate de víctimas, y otra más la que ocultan donde se encuentran las bajas humanas y las pérdidas económicas de quienes han sido víctimas de este delito, y no encontraron el respaldo necesario.
Cobijados por el Fiscal General del Estado, Víctor Antonio Carrancá Bourget, que se ha dado a la tarea de ocultar secuestros que han terminado en homicidios, la FISDAI, ha presentado la máscara de grupo élite donde informa de sólo esclarecimientos de unos cuantos casos de secuestro, sin tomar en cuenta donde las víctimas de estos delitos han terminado asesinadas o ejecutadas. 
En las últimas dos conferencias de prensa que la FISDAI ha convocado, en una, a medias, informó de la detención de una banda de secuestradores, que ejecutaron a una de sus víctimas, otra pagó rescate y fue liberada. En el otro caso una tercera víctima fue rescatada.
Sin embargo, la FISDAI no ha podido esclarecer el secuestro de Ángel Morales Ugalde, el candidato a la presidencia municipal de Palmar de Bravo, por quien hay una solicitud de rescate de 10 millones de pesos.
Pero ese no es el único secuestro que no ha podido esclarecer, ejemplos sobran, como el de un empresario dueño de refaccionarias en Tehuacán, caso en el cual su familia tuvo que pagar la suma de 10 millones para que lo dejaran en libertad. 
Además de que existe otro empresario, de ese mismo municipio, que fue secuestrado y hasta el momento se desconoce su paradero. 
Y lo más grave es que esta misma Fiscalía enfrenta en estos momentos la desacreditación de vecinos del sur de la ciudad de Puebla, que los sorprendieron atracando una narcotienda, donde se apoderaron de dinero en efectivo, drogas y dejaron libres a los sospechosos. 
¿Por qué no se ha informado de los fracasos de la FISDAI en las negociaciones, donde por desgracia, las víctimas de secuestros han sido ejecutadas?
¿Por qué se pretende aparentar que la FISDAI mantiene una página en blanco en secuestros mal investigados y casos de corrupción?
Fernando Rosales Solís, ¿será el nuevo titular de la FGE?
Nos vemos cuando nos veamos.

Hace apenas unas semanas, publicamos en Intolerancia Diario lo que elementos de esa misma corporación hicieron, cuando “atracaron” una narcotiendita, levantando a los vendedores de sustancias ilícitas, quitándoles sus mercancías y dejándolos libres minutos después, sin haberlos presentado ante el Ministerio Público.

En una columna en mi carácter de director, puntualicé y respondí los falsos argumentos de la Fiscalía General del Estado. Aquí el texto:

La Fiscalía revira, Intolerancia Diario puntualiza
ENRIQUE NÚÑEZ

Tras la información publicada ayer martes por el reportero Alfonso Ponce de León, en la que se denuncia la participación de un grupo de agentes de la FISDAI en un operativo, en una narcotiendita http://intoleranciadiario.com/detalleOpinion/8081/porque-los-muertos-corren-rapido/la-fisdai,recibí una carta aclaratoria de la Fiscalía General del Estado la cual me permito publicar de manera íntegra:

Al respecto y a manera de contrarréplica, debo hacer algunas precisiones.
Resulta infantil creer que la FISDAI realizaba un operativo para rescatar a una presunta víctima de secuestro cuando elementos de la corporación se metieron, sin orden judicial, a la casa ubicada en la calle Tlaxcala y la 105 Poniente, de la colonia Popular, la tarde del lunes.
Vayamos por partes.
En primer término, cuando se trata de una víctima de secuestro, antes de iniciar el operativo de rescate e ingresar a un inmueble, los elementos de la Fiscalía Antisecuestro realizan una investigación previa para confirmar que efectivamente, la víctima se encuentra en ese lugar y se prepara un minucioso operativo para, de esa manera no exponer su vida.
Segundo. Si —cómo lo asegura la FGE— se tratara de un secuestro en proceso, por simple protocolo, la FISDAI no habría colocado sus vehículos frente a la propiedad en cuestión, para evitar un enfrentamiento con saldo de víctimas inocentes.
Tercero. Para ‘rescatar’ a una víctima de secuestro, no sólo escalan paredes y allanan propiedades, los protocolos indican que los elementos deben tener sus armas desenfundadas, para estar listos y reaccionar de forma inmediata. Por cierto, por lo general, son armas largas. Y se realiza con un grupo de operaciones especiales perfectamente equipado.

Tratándose de un posible secuestro, los elementos especializados no llevan las armas en sus fornituras, porque saben que los delincuentes pueden repeler el operativo, y que por obvias razones sus vidas están en riesgo.
Cuando logran ingresar a la casa donde se presume hubo un secuestro o que está una persona privada de su libertad, aseguran a todos los presuntos delincuentes que se encuentran en el lugar y no los dejan libres como sucedió en este caso.
Mínimo, dan parte a la Policía Municipal y los entregan; de lo contrario, los elementos de la FISDAI se ven obligados a justificar los delitos de allanamiento de morada y abuso de autoridad.
Como se recordará, en el caso denunciado por Intolerancia Diario, los vecinos que vieron a los elementos de la FISDAI los siguieron hasta Agua Santa, donde aparentemente intentaron repetir ‘el operativo’ aunque al final desistieron de la idea de allanar otra propiedad, donde también, se presume la venta de droga”.
Después de todas estas puntualizaciones, usted está en toda la libertad de creer en la versión de la Fiscalía, o en la del reportero y de los vecinos que presenciaron los hechos.
¿Usted a quién le cree?
Yo también.

Así las cosas, me parece que la desinformación de la señora Wallace la lleva a defender a un impresentable funcionario, quien obedece al más oscuro de los servidores del actual gobierno y responde al nombre de Víctor Carrancá.

Ni más, ni menos.