Si el edil con licencia en San Martín Texmelucan, Rafael Núñez Ramírez es candidato a inquilino del Centro de Reinserción Social de San Miguel en Puebla tras el reguero de cadáveres desmembrados en esa demarcación, circunstancia a la que no fue ajena su policía, el de Amozoc, José Cruz Sánchez se enfila para acompañarlo.

La toma de la seguridad pública por parte de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, a cargo de Jesús Morales Rodríguez no hace sino confirmar que los ediles de cualquier filiación políticas pueden ser iguales frente a las tentaciones que sugieren dinero mal habido.

Núñez Ramírez en Texmelucan salió de las filas del Partido del Trabajo, el aliado de Juntos Haremos Historia, la coalición que se da golpes de pecho frente al fenómeno de la corrupción e impunidad y que tiene al frente de todas las encuestas a Andrés Manuel López Obrador y en un plano competitivo a Luis Miguel Barbosa; Cruz Sánchez viene de la coalición Compromiso por Puebla, una criatura del grupo gobernante a cuya cabeza se encuentra el ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Y si los escándalos que generó en Texmelucan que más de un centenar de elementos policiacos fueron puestos a disposición por sus complicidades con grupos de delincuencia organizada, en Amozoc hay evidencias que apuntan al enriquecimiento obsceno del edil que la víspera apareció señalado como protector de los huachicoleros de la zona.

Un video colocado en la cuenta del periodista radiofónico @JavierLopezDiaz el 7 de septiembre de 2016 en donde claramente se advierte la protección que al policía de Amozoc ofrecía a los ladrones de hidrocarburos. La evidencia pasó inadvertida por una razón: en ese entonces no había seis elementos policiacos literalmente fusilados por los delincuentes.

Un año antes de ese 2016 en que comenzó a generalizarse la existencia de un manto protector desde el municipio hacía los huachicoleros, el hermano del edil a quien todos identifican como El Choco, Marco Sánchez sufrió robo en su domicilio particular y aunque el robo ascendió unos 3 millones de pesos, no hubo denuncia alguna ante la Fiscalía General del Estado.

El Choco, como se describió en una entrega anterior (http://www.parabolica.mx/2018/columnas/parabolica/item/6633-en-amozoc-tiene-nombre-y-apellido-quien-mece-la-cuna) es el lugarteniente de la zona. No hubo movimiento en la corporación policiaca que él mismo no autorizara.

Junto con otros servidores públicos como Juan Guzmán, director de Protección Civil y Juan Báez, regidor de Hacienda hicieron la triada para cobrar a los grupos de ladrones de hidrocarburos a cambio de la protección debida.

La detención del comandante de los uniformados, Javier Rojas tras la múltiple ejecución no es sino el hilo más delgado de esa historia de mafias, corrupción e impunidad.

En el sótano...

Si usted encuentra al Fiscal General, Víctor Carrancá Bourget en sandalias y bermuda con un fuerte olor a aceite de coco, ufano caminando en la Bahía de Acapulco, avísele que Puebla arde.

Dígale que las cosas no están tan tranquilas como para que haya sacado boleto con todo y la corte de la que se hace acompañar en sus faraónicos paseos disfrazados de congresos, reuniones y encuentros.

Que su protector, el innombrable, no tiene todo ganado y que no será hasta después del 1 de julio cuando se sepa si su cabeza tiene precio. Si lo ve, dígaselo pero en un tono de voz baja, no sea que se altere el serenísimo sibarita.