En este respiro legal que nos permite descansar de las campañas antes de la jornada electoral del domingo, hay un punto del que no podemos sustraernos, la incertidumbre de quién será el próximo gobernador o gobernadora de Puebla.

En una carrera parecerá que Martha Erika Alonso y Luis Miguel Barbosa llegan sin haber logrado ninguno de ellos una diferencia sustancial que les permita sentarse tranquilos a esperar el resultado que arrojen las urnas.

Aplicando un raciocinio simple, estamos ante una disyuntiva, la del tsunami lopezobradorista contra la estructura morenovallista. 

Sin embargo, la elección del domingo es mucho más compleja de lo que muchos piensan. Más allá de AMLO y RMV hay otras circunstancias que, en mayor o menor medida, afectarán los resultados del domingo y, por lógica, el nombre del próximo habitante de la Casona de Los Fuertes. 

Vayamos paso por paso.

En estas últimas semanas, cuántas veces habré escuchado esta pregunta: ¿quién va a ganar la gubernatura?

Buscando la respuesta, he hablado con encuestadores, columnistas, comunicadores, expertos en marketing político, líderes de partidos, candidatos, taxistas, boleros, meseros, jardineros y hasta con poblanos en el extranjeros, cometiendo así el peor error de mi vida, porque hoy estoy más confundido que antes. 

De cada uno encontré argumentaciones encontradas, análisis profundos, explicaciones inverosímiles, lógicas “ilógicas”, valoraciones irreflexivas, inspiraciones divinas y una que otra predicción hecha más con el corazón que con la razón.

Y es que entender una elección tan atípica, en la que aparecieran factores que anteriormente pasaban casi desapercibidos como el voto antisistema, el voto diferenciado y el voto oculto, resulta más complicado que comprender las estrategias —en ocasiones exitosas— de Juan Carlos Osorio.

A estos tres tipos de voto, hay que agregar el estado de ánimo de un electorado altamente sensible, que sufraga de acuerdo a su condición del día.

Por increíble que pueda parecer a quienes no conocen la idiosincrasia mexicana, aquí influye la selección nacional, la lluvia, la serie de Luis Miguel y todo acontecimiento banal e inimaginable.

Al final de la jornada del domingo, sabremos cuál de estos elementos inclinaron la balanza, ya sea en favor de Luis Miguel Barbosa o Martha Erika Alonso.

No hay que darle vueltas, esta es una elección absolutamente irracional, en donde el menos común de los sentidos, el llamado sentido común brillará por su ausencia.