Concluyeron los festejos y los conteos preliminares. A nivel nacional López Obrador se alzó con una holgada victoria que lo mismo llenó de júbilo a sus simpatizantes, que de resignación a sus adversarios.

En Puebla, en los distritos, la tónica fue similar. En prácticamente todas las demarcaciones, la diferencia de votos entre los candidatos de Morena y los del Frente, son contundentes. Esto permitirá que la certidumbre y, sobre todo, la legitimidad con la cual rendirán protesta los próximos legisladores, se vean fortalecidas.

En los ayuntamientos el caso es similar. Pero hay un cargo en Puebla donde ambos equipos se juegan el todo por el todo: la gubernatura. Y ahí, la moneda está en el aire, y aunque los números favorecen a Martha Erika, la posibilidad de Barbosa, está en los tribunales. Por lo que ninguno puede presumir un triunfo rotundo.

Más allá de señalar que obviamente el tema de la elección acabará en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) después de un par de impugnaciones en instancias menores, me gustaría ahondar en los frialdad de los números.

Veamos.

De acuerdo con el cierre del Programa de Resultados Preliminares (PREP), Martha Erika se quedó con 957 mil 686 votos lo que representa el 38.04 de la votación total; esa cifra casi duplica los 505 mil 256 votos que Puebla le entregó al candidato presidencial panista, Ricardo Anaya.

En contraste, los poblanos le concedieron a Andrés Manuel López Obrador 1 millón 445 mil 355 sufragios –de acuerdo con los datos del PREP del INE–. Mientras que a Luis Miguel Barbosa sólo le dieron su respaldo 861 mil 501 votantes, es decir 34.22 por ciento de las preferencias, en la entidad.

De ser precisas las cifras de los PREP, se entendería que uno de cada tres poblanos —583 mil 854 para ser exactos—, decidió darle su voto a AMLO para que sea el próximo presidente de la República pero no accedió a sufragar por Luis Miguel Barbosa.

La diferencia entre AMLO y Barbosa es de casi 600 mil votos, por lo que en teoría sólo habría dos explicaciones: que en Morena hayan tenido al peor candidato del mundo, o que haya existido mano negra para generar un voto diferenciado único en la historia electoral de nuestro país.

¿Usted, por cuál se inclina?

Sin llegar al millón

En mi columna del pasado 26 de febrero, titulada ¿Con cuántos votos se gana Casa Puebla? ya explicaba que el número mágico para ganar Casa Puebla sería cualquier cifra que rebasara los 7 dígitos, sin embargo, en esta ocasión y aunque no se trató de una elección de tercios, ninguno de los dos punteros alcanzó la cifra.

Y mire que sorprende que ni Barbosa ni Martha Erika se hicieran del millón de sufragios debido a la enorme participación ciudadana que se registró el pasado domingo, al margen de los graves hechos violentos de los que Intolerancia Diario ya le ha dado cuenta, el compromiso de los poblanos por salir a las urnas y votar, se vio cumplido.

Rafael, el senador solitario

Y a todo esto hay un dato que no se encuentra en el PREP pero no debemos olvidar, Moreno Valle será senador. Al final, Rafael se mantendrá en la esfera pública y aparecerá como senador plurinominal, porque ahí sí, sin elección de por medio, ya le espera un escaño en la Cámara Alta.

Y ahí es en donde surge la duda: ¿con cuánto poder llegará al Senado?

Para que me entiendan, llegará con menos fuerza que las burbujas de un Sidral.

Difícilmente será el coordinador, y tampoco será el líder del CEN del PAN. La bancada azul será muy endeble y será uno más de los que acudan al Senado con más pena que gloria.

Ni más, ni menos.