A esta columna estuve a punto de titularla “la guerra que se avecina”.

Sin embargo, de último minuto, tras los hechos del martes, tuvimos que cambiarla a “la guerra total”.

Eso se está viviendo en Puebla, un todo por el todo, entre ambos frentes de las coaliciones Juntos Haremos Historia vs Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) o Martha Erika Alonso contra Luis Miguel Barbosa.

Esta guerra se resolverá finalmente en los tribunales y el resultado depende ahora de lo que encuentre en sus investigaciones la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade).

Pero hay voces que dicen que también depende de otra situación meramente política, ante la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.

Ahora se está manejando en los corrillos políticos, que el futuro titular del Ejecutivo federal tiene la mira puesta en Puebla, pero para controlar al panismo nacional.

Y es que se piensa que de ganar Martha Erika Alonso, podría llegar Rafael Moreno Valle a la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN) en el país.

De este modo el morenovallismo o el panismo nacional, estaría amarrado, para lograr las distintas negociaciones y cambios que se requieren, sobre todo en el Congreso de la Unión.

Por eso mismo, se dice que no se ha pronunciado AMLO.

Todo es cosa de tiempo para saber, de qué lado se inclina la balanza.

Mientras tanto, Puebla seguirá ardiendo.

La otra batalla

Luego de los resultados electorales en Puebla, donde como en todo el país, el tsunami de Andrés Manuel López Obrador, ahogó a unos y llevó a otros al triunfo, ya se puede vislumbrar lo que se avecina.

En primera instancia, como ya lo dijimos, la disputa fast track en los tribunales electorales, donde Luis Miguel Barbosa Huerta, irá con todo a tratar de que se anule la elección a la gubernatura.

Esta sacará chispas, sobre todo en que la estrategia jurídica la basarán en la violencia vivida en Puebla, como no se dio en ninguna entidad del país.

En tanto, mientras está la resaca, ya se afinan estrategias y otra guerra que llenarán los titulares para 2019.

Tan solo en Puebla capital ya se vislumbra que el ayuntamiento revierta la concesión del servicio de agua, ante la llegada de Claudia Rivera Vivanco y legisladores de Morena al Congreso, los que todo parece indicar, estarán encabezados por José Juan Espinosa Torres.

Nada más hay que recordar el discurso contra este tipo de concesiones que se generó desde el próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y que bajó en cascada a todas las entidades, pero sobre todo en Puebla.

Incluso Espinosa Torres, en su paso por la presidencia municipal de San Pedro Cholula, encabezó el mayor obstáculo para que la empresa Agua de Puebla se expandiera por la zona.

Ahora, con el panorama existente, con Claudia Rivera Vivanco, como alcaldesa y también con Karina Pérez Popoca en San Andrés Cholula, la concesionaria corre fuerte peligro.

Este va a ser o podría ser uno de los encontronazos entre Martha Erika Alonso y Morena, sobre todo por la vinculación de la concesión con el morenovallismo.

Este emblemático caso generará otro cisma más en la política poblana.

Pero solo será uno de tantos de lo que ya ha iniciado: La guerra total.