1.- Ser Acateco es ser mixteco, mixteco. Su principio identitario los ha hecho a estos poblanos primero emigrar masivamente a los Estados Unidos en forma compacta. En el pasado, madrugadas había que salían de los pueblos más pequeños familias enteras, que milagrosa u ordenadamente, lograban pasar hombres y mujeres a través del Río Bravo, mientras las ancian@s y niñ@s en transportes con falsas identidades.

2.- Muy desarrollada la solidaridad, al día siguiente de estar allá como inmigrantes ilegales, eran colocados por parientes y paisanos en los empleos reservados para las minorías menos capacitadas en cuestiones técnicas, tecnológicas, habilidades mecánicas, o destrezas minuciosas de armado o ensamblado.

3.- Secundariamente, los nietos de acatecos logran llegar algunos a centros de educación superior en condados fronterizos de varios estados, o tierras más al norte, alcanzando encargos nacidos de procesos electorales en una Democracia Electoral decadente, donde un escaso porcentaje de estadounidenses acapara la riqueza nacional.

4.- El acateco desde sus orígenes independentistas a partir de 1821, siempre han militado en movimientos de innovación social. Estuvieron con Morelos, Galeana, Matamoros; lucharon republicanamente bajo el mando de Porfirio Díaz con la egida de Juárez; murieron o mataron en los diversos bandos de la Mexicana Revolución, afianzando instituciones a últimas fechas siendo miembros del abuelo, del padre y del hijo llamado PRI.

5.- Esta formación política, derrotada, casi aniquilada en elecciones federales, estatales y municipales, de imposible reincorporación al Desarrollo Social de una Democracia Electoral atrasada, obtuvo un solo triunfo en el Congreso Estatal con una Diputación. Gracias a la magia priista acateca.

 

NUESTRA CASA

¿Deseo o conveniencia? No hay un solo mexicano Amloísta o morenista, o de todas las formaciones, que no desee llevar la fiesta en paz. Sobre todo, ahora que Alfredo Toxqui, no está.