Luego del escándalo del fideicomiso en que se vio inmiscuido el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), vino lo que muchos califican como el “primer mandato del presidente electo”.

Y es que luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) reveló detalladamente la forma irregular de crear y operar el fideicomiso en apoyo a los damnificados del sismo, Andrés Manuel López Obrador puso el grito en el cielo.

Calificó que se trataba de una “vil venganza”.

Traducido al idioma de la política, fue un “manotazo en la mesa”.

Casi inmediatamente el presidente consejero del INE, Lorenzo Córdova, salió a decir que el dinero del fideicomiso no se utilizó para fines electorales.

O sea que “lavó la afrenta”.

Dicen que de este modo se comprobó el manotazo.

Sin embargo, hay quien dice que no fue el primero, sino el segundo.

Todo porque muchos recuerdan y no olvidan la reunión de Andrés Manuel, con candidatos ganadores del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

Ahí el próximo presidente de México, dijo que Luis Miguel Barbosa, era para ellos el gobernador electo.

Esa frase se interpretó tanto en Puebla, como en la Ciudad de México, como una señal dirigida al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Esas palabras prendieron los focos rojos en Puebla, sobre todo en el morenovallismo.

Por lo tanto, ahora se dice que hubo un golpe de timón en la estrategia poselectoral, para impedir que llegue el balón de la elección de Puebla a la cancha de la federación.

Y solo se puede impedir anulando la elección desde el Tribunal Electoral Estatal, para lograr ganar tiempo.

Así, se podría colocar a un gobernador electo antes del 15 de septiembre, antes de que llegue la mayoría de diputados de Morena al Congreso Estatal.

Muchos dirían que sería un suicidio, pero no es descabellado ante el peligro de que de todos modos se nulifique la elección en el TEPJF.

Y si se hace de esta manera, se pondría a un mandatario interino mucho después de que lleguen los morenistas a sus curules, perdiendo ese control.

Por eso sería mejor para el morenovallismo anular la elección desde el TEEP, para acomodar al interino desde sus filas, con miras a una elección interna posterior.

Todo como un juego de ajedrez.

En los corrillos políticos, esta y otras muchas versiones corren.

Solo es cosa de darle tiempo al tiempo.

La guillotina

A partir de este viernes, en sesión el Instituto de Acceso a la Información Pública (Itaip), podría finalmente sentencia las primeras sanciones a sujetos obligados que no han transparentado información que por oficio debe ser pública en sus portales.

Todos los ojos se han puesto sobre Morena, quien tras 164 denuncias ciudadanas confirmadas, podría ser el mayor sancionado, aunque la multa podría llegar apenas a 120 mil pesos.

Peccata minuta, para el partido que estará en el poder.

Poco se ha hablado que junto con Morena, otros 21 sujetos obligados habían incumplido la ley de transparencia, al menos hasta el último reporte.

Ente ellos se encuentran ayuntamientos como Coronango, Ajalpan, Zacatlán, Huejotzingo, Tepemaxalco, Tecali de Herrera y Tecamachalco y de San Gregorio Atzompa.

Además, el Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado y las Secretarías de Educación Pública, Seguridad, y de Salud.

Asimismo, cinco entidades descentralizadas como Ciudad Modelo, y aunque usted no lo crea, la Coordinación Estatal de Transparencia y Gobierno Abierto.

En la lista estaba en ese último reporte, Convenciones y Parques, Instituto de Profesionalización del Magisterio Poblano y el Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos.

Finalmente, el mismo Tribunal Superior de Justicia y la Comisión de Derechos Humanos.

Todos independientemente de la multa, podrán pasar como los más opacos, estigma que será difícil de quitar.

En este entorno, lo mejor está por venir.

Y es que los procesos por oficio que el Itaip debe realizar iniciarán pronto, en los que tendrá que haber otra revisión.

El 31 de julio termina la verificación vinculante y ahora sí, el órgano garante de transparencia en Puebla, tendrá que demostrar si realmente jugará por poner en cristal la información.

Y todo en los nuevos tiempos políticos que dejaron las elecciones.

Por cierto, que recordar que como le publicamos en entregas anteriores en este espacio, rascándole un poco, indagamos que al menos 70 de las más de 300 denuncias contra Morena fueron hechas por una sola persona: una universitaria en Derecho.

Pero ese es otro tema.