La ejecución de 5 elementos de la Policía Municipal de Naupan tiene una sola vista que la Fiscalía General del Estado (FGE) no quiere o no pretende entender, y que tiene que ver con el secuestro del presidente de este municipio, Genaro Negrete Urbano, levantado por sujetos desconocidos el pasado miércoles 4 de julio.

Los policías municipales ejecutados: Juan Pedro Muñoz Patricio, Fidelidad Ramírez Maldonado, Gregorio Hernández Cristóbal, Juan Cabrera Manrique y Prisciliano Cabrera Martínez, tuvieron algo que ver con el secuestro de su presidente, ya sea de manera indirecta o directa.

El hecho de que fueran ejecutados cuando iban a bordo de un vehículo Tsuru de color rojo, particular y que no llevaban el uniforme puesto, cuando se encontraban de turno, tiene que ver con alguna orden que recibieron de circular en esas condiciones, para entrevistarse con alguien o entregar algo, presuntamente el pago de un rescate.

El vehículo particular y los cuerpos sin vida de los policías vestidos de civil, fueron hallados en la carretera Interserrana que va para la carretera que comunica con el municipio de Huauchinango, en el tramo de la Calera y la población de Nopala. 

Se dijo que antes de que fueran asesinados con disparos de rifles de asalto, primero fueron perseguidos y su vehículo embestido, luego materialmente fueron cazados, cuando bajaron del automóvil. 

Quienes los ejecutaron les robaron las armas que llevaban porque era materialmente imposible que salieran de su municipio desarmados, además fueron despojados de otros valores que llevaban y este podría ser dinero.

Y no sería extraño que después de esta múltiple ejecución de policías apareciera el alcalde secuestrado.

Esta cadena de crímenes se va a sumar a todas las felonías más que han ocurrido a lo largo de ya 8 años de que Víctor Antonio Carrancá Bourget, es el Fiscal General del Estado (FGE).

Nos vemos cuando nos veamos.