Todavía no se termina de aclarar el escándalo de la detención de la esposa del presidente municipal de Venustiano Carranza, Ilse Lucía Bernabé Gutiérrez, en medio de una investigación federal por robo de hidrocarburos, y ya el edil no sólo se siente exonerado, sino que además encabeza ahora sus investigaciones particulares de robo de hidrocarburos.

Si bien se recuerda, fue la División de Investigación de la Policía Federal, con apoyo de la División de Fuerzas Federales y Seguridad Regional de la Policía Federal, así como con personal de la Unidad Especializada en Investigación de Asalto y Robo de Vehículos (UEIARV), de la SEIDO de la PGR, quienes realizaron el operativo en puntos estratégicos de Venustiano Carranza.

La primera intención de la incursión policiaca era ubicar al presidente municipal, Rafael Valencia Ávila, quien era o sigue siendo sospechoso de proteger una red de ladrones de hidrocarburos liderada por Omar Daniel Romero Morales, “El Kakas”.

Quiso la suerte que Rafael Valencia no se encontrara en ese momento y sólo fue detenida su esposa, esto en la calle Ortega sin número, de la colonia Huasteca, donde fueron halladas dos armas de fuego de uso exclusivo del Ejército y que no tenían los permisos correspondientes. 

Como en la casa del edil no fueron halladas pruebas de robo de hidrocarburos, la primera dama de Venustiano Carranza, sólo fue vinculada por las armas, pero fue liberada tras exhibir una fianza de 20 mil pesos.

Ya después, cuando Ilse Lucía Bernabé quedó libre, apareció su esposo, el alcalde, quien dijo que no “había escapado”.

Hasta ese momento y el presente, ninguna de las autoridades que encabezaron el operativo y las investigaciones han dicho que Rafael Valencia Ávila sea inocente. 

Pero eso sí, el viernes pasado el presidente municipal de Venustiano Carranza, su Policía Municipal, con el supuesto apoyo del Ejército, realizó su propio operativo para “inhibir el robo de hidrocarburos”. 

Sólo buscó un escenario para desviar la atención que a nivel nacional goza.

Por cierto, el operativo particular del edil no arrojó ni un sólo detenido. 

Nos vemos cuando nos veamos.