El magistrado del Tribunal Electoral de Puebla, Gerardo Sarabia Rivera, deberá tomar medidas precautorias para evitar repetir episodios violentos del pasado. Sabe como pocos de la violencia política imperante en el régimen de Rafael Moreno Valle, el jefe del grupo político que parece vivir el estertor de la extinción.

A su llegada del Tribunal Electoral del Estado fue víctima de una sospechosa visita de un comando violento que le propinó una golpiza con fractura de mandíbula y una familia presa del miedo. El mensaje siciliano llegó puntual.

Sarabia Rivera acumula el mayor número de desafíos a un clan que no admite réplica ni disonancia. Lo hizo en episodios previos cuando votó en contra de resoluciones que iban en sentido inverso a los intereses de los panistas inescrupulosos de todos conocidos.

Así sucedió cuando los gobiernistas Fernando Chevalier Ruanova, presidente del Tribunal Electoral del Estado y su patiño, Ricardo Rodríguez Perdomo votaron en contra de la solicitud del equipo de campaña de Luis Miguel Barbosa Huerta para abrir los paquetes electorales de los 26 distritos.

Sarabia Rivera votó en contra ante un hecho evidente: la falta de certeza en la elección del 1 de julio, razonamiento que tomó el máximo tribunal electoral en el país.

En 13 de los 26 distritos el Tribunal Electoral Federal encontró que hay contradicción. El número de paquetes que dicen fueron objeto de recuento, no coincide con los que volvieron a ser contados.

Pero además, en otros 11 distritos no se mencionan casillas, o sus resultados; y por último, en dos distritos más el resultado de la elección dice que la diferencia entre Martha Erika Alonso del PAN y su alianza y Luis Miguel Barbosa de Morena y aliados la diferencia fue de menos de 1 punto porcentual.

 El magistrado Sarabia Rivera en Puebla echó a andar la bola que creció como pelota de nieve y que ayer miércoles por la tarde originó a que, otra vez, una autoridad federal corrigiera la plana a la local, lo que ya no es nuevo.

Como títeres en función barata Chevalier Ruanova y Rodríguez Perdomo dejaron de ser útiles al grupo de Moreno Valle. El daño está hecho pues más allá del resultado del recuento de los 26 distritos de Puebla, la percepción de que la trampa existió domina en el imaginario nacional en detrimento de Martha Erika Alonso, gobernadora electa según el criterio local.

Han pasado 80 días desde la desaseada elección de gobernador y la historia política en este país tiene un nuevo e inédito episodio: habrá voto x voto y casilla x casilla, como lo demandó en 2006 el ex abanderado presidencial López Obrador, que provocó la polarización más profunda en México.

Dos sexenios después la ecuación cambió: el mismo López Obrador es presidente electo y Moreno Valle ve menguar su capacidad de maniobra, sin aliados ni acuerdos.

En Puebla alguien debería implementar medidas cautelares, el magistrado que provocó el movimiento telúrico del 19-S con su voto en contra al proyecto de sentencia para desestimar la apertura de paquetes está en riesgo.