Un verdadero tsunami desataron los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Anoche y con el voto de los siete ilustres, se ordenó que en Puebla se haga un nuevo conteo de los votos que se emitieron el pasado 1 de julio para la gubernatura de Puebla.

El ordenamiento vino acompañado de algo que se gritaba hasta el cansancio en los corrillos políticos, en las charlas de café y hasta en las recientes investigaciones de académicos de la Universidad Iberoamericana. En todos, en absolutamente todos los distritos electorales de Puebla hubo irregularidades en el conteo.

Los señalamientos en los 26 distritos son conocidos, que no coinciden, que no aparecen las actas, que son ilegibles, etcétera. Pero el fallo del Tribunal Federal no solo confirmó lo que a todas luces era sabido en la entidad, también volvió a poner sal en la herida. Una vez más tanto los consejeros del Instituto Electoral del Estado como los magistrados del Tribunal local, fueron exhibidos.

Sus pares federales insistieron, una y otra vez, en que el procedimiento y el resolutivo tomado por el TEEP fue incorrecto, en sus palabras: “El Tribunal local emitió una sentencia incongruente y que, además, no tomó en cuenta las irregularidades supuestamente ocurridas, en particular las incongruencias existentes en las actas de los cómputos distritales”.

Las magistradas y magistrados del TEPJF “consideraron que la actuación de la autoridad electoral administrativa local fue deficiente y afectó los principios rectores en la materia, como son los de certeza, imparcialidad, independencia, legalidad, máxima publicidad y objetividad”, estableció el boletín del máximo organismo electoral federal.

Y ante ello, las respuestas llegaron. Los panistas fueron los primeros. Citaron a rueda de prensa –que comenzó con más de 30 minutos de retraso–; Martha Erika Alonso lanzó un tuit en el cual se congratuló por el fallo e incluso sostuvo que: “Con esta resolución, se tendrá la plena y absoluta certeza del triunfo que obtuvimos para la gubernatura de Puebla”.

Desde el Comité Ejecutivo Nacional del PAN también se enviaron tres tuits en los cuales se insistió en que el conteo, voto por voto, permitirá dar certeza al triunfo de Alonso Hidalgo. Pero las celebraciones, no suenan muy convincentes, más bien parecen obligadas.

En tanto, Miguel Barbosa se avocó a los medios nacionales. Salió a congratularse de la resolución aunque insistió en que podrían generarse nuevas irregularidades ya que los paquetes electorales que se tendrán que trasladar el domingo para contarlos el lunes en la Ciudad de México, han estado bajo la custodia del IEE, organismo electoral, en el cual dijo, sus consejeros se prestaron al “fraude”.

Un tema más que no debemos perder de vista es que el ordenamiento es sólo para repetir el conteo de todos los votos a la gubernatura, pero independientemente del resultado, eso no es garante del triunfo definitivo de Martha Erika Alonso o Miguel Barbosa. No validará ni anulará, por si solo la elección a gobernador en Puebla.

La impugnación mayor, continúa en la cancha del Tribunal Estatal y es muy probable, que sea cual sea esa resolución, Morena lleve al TEPJF el tema para insistir, en la realización de una nueva elección en Puebla.

En resumen, el fallo de anoche es una muestra más de la poca imparcialidad y certeza que brindan los organismos electorales locales, pero el fallo federal tampoco implica que Barbosa tenga ganada la elección. No hay nada para nadie, esta película está por comenzar.