En medio de toda la expectación que ha causado la sentencia del voto por voto, casilla por casilla, para la elección a gobernador en Puebla, se avizora un frente de guerra, pero al interior del Partido Acción Nacional (PAN).

Y todo por la dirigencia estatal que dejará pronto el aun líder Jesús Giles, quien a ciencia cierta, dio pésimos resultados electorales y dejó debilitado al partido blanquiazul.

Tres ya han levantado la mano: Genoveva Huerta, Pablo Rodríguez Regordosa y Rafael Micalco.

Hasta el momento solo a Genoveva le ha levantado la mano públicamente Martha Erika Alonso, lo que muchos han interpretado como “la decisión final”. Pero no todo está dicho.

Rafael Micalco, quien se podría llamar el candidato incómodo, buscará con todo hacerse de la dirigencia, sobre todo aprovechando la coyuntura de la incertidumbre en la elección a gobernador.

Hay que recordar que este personaje fue totalmente opositor al grupo de Rafael Moreno Valle Rosas, de quien fue detractor en todo el mandato.

Todo dependerá de la decisión final del TEPJF, para ver con que tanta fuerza llegará o contra quienes se enfrentará.

En tanto, las aspiraciones de Micalco, vaticina que no será nada terso el proceso de cambios al interior del panismo poblano.

Según la convocatoria, la elección panista está programada, según la convocatoria, para el 18 de noviembre próximo, fecha en la que tal vez ya haya una sentencia final de quien gobernará Puebla.

El próximo presidente estatal del PAN tendrá una gestión desde el día siguiente de la ratificación al segundo semestre del 2021.

En lo que respecta a Pablo Rodríguez, se dice que no tiene la menor posibilidad de llegar al cargo, sobre todo por su pasado.

La calidad moral de Pablito es muy baja, luego de que ha abandonado al Comité Municipal, lo que se reflejó en el resultado de las elecciones.

No se ocupó de las bases y ahora el comité literalmente es una casona abandonada, la cual ni siquiera es propiedad panista.

Hay panistas que se cuestionan a dónde fueron a parar sus cuotas, la que no se han visto reflejado en nada.

Tiempo al tiempo.

Baches millonarios

De 2011 a 2017 se han invertido 801 millones de pesos en tapar baches en la capital de Puebla.

O sea 114 millones 428 mil pesos al año.

O sea 9 millones 535 mil pesos al mes.

O sea 317 mil 857 pesos diarios.

O sea 13 mil 244 pesos cada hora o 219 pesos por cada minuto desde 2011 a 2017.

Todo contando sábados, domingos y días de asueto.

Lo peor del asunto es que uno recorre la ciudad y los baches siguen pululando y los millones desfilando.

Obvio que algo está fallando.

El dato fue gracias a la respuesta del Ayuntamiento a la solicitud de información 00376218, por cierto incompleta, pero ese es otro tema.