Un error de cálculo o una necedad es lo que hoy le roba el sueño y la paz a Rafael Moreno Valle. El exgobernador se entrevistó con diversos asesores y abogados electorales, todos coincidieron en la recomendación. Era urgente que el Tribunal Electoral del Estado de Puebla resolviera en su cancha el tema del recuento de votos.

Si el nuevo conteo era ordenado por los magistrados que responden a los intereses de Rafael, se podía dictar que únicamente se abriera cierta cantidad de paquetes electorales o bien sólo algunos de los 26 distritos de la entidad.

Con volver a contar entre 2 y 3 distritos electorales así como algunas secciones específicas, bastaría para cumplir con el requerimiento legal, taparle el ojo al macho, y zanjar las impugnaciones que Morena presentó ante los conteos distritales.

Pero quienes conocemos a Rafael sabemos que antes que la razón, es su hígado quien resuelve los temas importantes.

Él decidió que no era importante apresurar las resoluciones, es más, convencido de su idea, retuvo los fallos que se esperaban para el sábado pasado y obvio, se negó a que se realizara un nuevo conteo de los votos de la elección a gobernador.

Este error de cálculo hoy le roba el sueño. Haber estirado la liga más de lo necesario provocó los fuertes señalamientos que realizaron los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a sus pares locales y a los consejeros del Instituto Electoral del Estado.

Pero, más allá de las críticas entre magistrados por las inconsistencias y la falta de certeza, la verdadera consecuencia de la necedad de Rafael fue el ordenamiento para que se abran todos los paquetes electorales de Puebla y se aplique el llamado “voto por voto”. En el pecado, llevó la penitencia. Ni más ni menos.

Este sábado y domingo, pero sobre todo en los primeros días de la próxima semana, Rafael tendrá momentos críticos para él y su grupo. La federación, para salvaguardar la cadena de custodia, será quien disponga de todo el operativo para el traslado de los más de 7 mil 500 paquetes electorales desde Puebla y hasta la Ciudad de México.

Serán también instancias federales quienes custodien los votos que emitieron los y las poblanas el pasado 1 de julio, quienes abran los paquetes, realicen el nuevo conteo y asienten los nuevos resultados.

Hay quienes desde ayer comenzaron a vaticinar que dentro de los paquetes electorales se corroborarán cientos de irregularidades, votos de más o de menos, según se mire. Pero también se encuentran quienes sostienen que todos los números cuadrarán con precisión milimétrica, como consecuencia de un quirúrgico “fraude electoral”.

Al margen de los resultados que se obtengan, y que no definirán por sí solos al próximo gobernador o gobernadora de Puebla, existe un par de temas que no debemos perder de vista. Esta nueva histórica reavivará la polarización electoral entre los poblanos, como ya dan cuenta los encontronazos en redes sociales de simpatizantes de un equipo y el otro.

El segundo punto, el más delicado, es preguntarnos ¿qué fue de los muertos y heridos generados en la violenta elección del pasado 1 de julio? Si ya se revisará el conteo, habría también que revisar cómo van las investigaciones en esos casos. Sería lo justo.