Ante una de las entradas más malas que se recuerden en el estadio Cuauhtémoc para un Puebla contra América, La Franja tuvo en sus manos el empate a unos segundos del final.

Sin embargo, la maldita historia de siempre: los últimos diez minutos dieron al traste con el esfuerzo del equipo de Meza.

Increíble que las desatenciones sigan costando puntos y puntos, que créame, harán falta al final del torneo cuando se defina la clasificación a La Liguilla.

La Franja, después de esta derrota, está a 12 puntos de una posible clasificación quedando 21 por disputarse; es decir, requiere ganar al menos cuatro de los siete partidos que aún restan por jugarse en el actual torneo, lo cual, teniendo dos visitas seguidas, se ve francamente complicado, aunque no imposible.

Pueblo chico, infierno grande

A algunos jugadores camoteros parece no importarles mucho y es que el sábado pasado algunos de ellos fueron vistos en un antro de moda por la zona de Cholula, llamado Abolengo. ¿Quiénes? Los mismos que fueron detenidos en un alcoholímetro hace algunas semanas.

Hace tiempo se criticaba a los jugadores de Lobos BUAP por salir por las noches a divertirse, a algunos de ellos les costó salir del equipo y al final ese tipo de situaciones terminó por costarles el descenso.

Me da la impresión que a Enrique Meza y su cuerpo técnico les falta autoridad para controlar ese tipo de situaciones, aunque quizás se puede argumentar que en su día de descanso, los jugadores son libres de hacer e ir a donde quieran, aunque, a decir verdad, el profesionalismo ya queda en cada quien y sabrán cómo cuidar su físico, lo que al final es su herramienta de trabajo.

Bien valdría que tanto la directiva camotera como el cuerpo técnico aclaren si este tipo de salidas nocturnas a bares y antros están permitidas y así ni a problema llega.

Lo que molesta no es que salgan, sino que a pesar de no obtener los resultados en el terreno de juego, no se cuiden y se les vea la cara de tontos a los aficionados poblanos que sufren con los resultados del equipo.

Lobos BUAP

Los universitarios sacaron un resultado inesperado en su visita a León, donde con gol del centro delantero Leonardo Ramos, lograron un triunfo que les da aire para seguir peleando la permanencia en el máximo circuito.

Palencia se jugaba el puesto ya que una derrota lo ponía fuera de la institución. Afortunadamente para él y para la escuadra, se lograron tres puntos importantes que deberán ser ratificados el próximo fin de semana cuando reciban en Ciudad Universitaria al cuadro de Monarcas, Morelia y ahí sí, en caso de lograr la victoria, estaríamos viendo posibilidades de salvación.

El campanazo que esperaba el equipo se dio en un partido pasado por agua que incluso tuvo que ser suspendido durante 40 minutos y en donde los licántropos se adaptaron mejor a las condiciones de la cancha, lo cual terminó por darles la victoria.

Ojalá este envión anímico les dé el impulso para darle la vuelta al torneo y vengan mejores resultados.

Nosotros como siempre veremos y diremos.

Hasta la próxima.