Sin novedad concluyó el recuento voto por voto, casilla por casilla, de la elección a gobernador de Puebla. El triunfo fue para Martha Erika Alonso.

El sábado pasado el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación informó que alrededor de las 3:30 horas de ese día culminó el recuento de las más de 3 millones 700 mil boletas.

Funcionarios y representantes de partidos terminaron la revisión de los 7 mil 486 paquetes electorales, correspondientes a la elección de gobernador.

Toca turno a los magistrados del Tribunal Estatal Electoral dictaminar la validez de la elección.

Ni tardo ni perezoso, Luis Miguel Barbosa salió a desacreditar el conteo que ratificó el triunfo de su contendiente panista.

Aseguró que con el recuento no termina el proceso, porque se encontraron diversas irregularidades en cientos de casillas, las que se sumarán a las quejas y proceso de impugnación de la elección y que confían se tendrá que repetir.

Hasta ahora, el excandidato de la coalición que encabeza Morena se ha manejado en el terreno de la descalificación, del golpe mediático, ha querido ganar y litigar en los medios.

Estrategia que hasta el momento no le ha funcionado, porque no tiene las herramientas legales para revertir el triunfo de Martha Erika Alonso.

La apostó a que en el recuento salieran victoriosos, pero no fue así. Ahora no le queda más que impugnar la determinación del Tribunal Estatal Electoral y sobre todo, sustentar todas las anomalías para salir victorioso.

De lo contrario, solo está alargando su agonía. El resultado del voto por voto, casilla por casilla, evidencia que Barbosa no tuvo la suficiente fuerza para subirse al barco de López Obrador y ganar las votaciones.

La cuenta regresiva sigue su marcha. El equipo jurídico de Barbosa tendrá que preparar una férrea defensa de la elección, de no comprobar sus dichos, simplemente la balanza se inclinará en su contra.

El conteo voto por voto, casilla por casilla, fue un revés para Barbosa. Ahora no le queda más reunir todas las pruebas reales para echar abajo la elección, con el inconveniente de que si se repite la elección no tiene garantizado repetir en esa posición.

Los escenarios políticos ya cambiaron y Barbosa no garantiza el triunfo, si no puedo hacerlo con la vorágine de López Obrador, difícilmente lo hará en solitario.

Veremos y diremos.