Muchos acontecimientos de importancia hemos testimoniado en las últimas semanas, que nos generan incertidumbre.

Hace poco recordábamos el 65 aniversario del reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres en México y muchas voces y muchas plumas hicimos un recuento y analizamos en prospectiva los retos que hay que asumir en el actual contexto y esbozamos algunos escenarios. Pero también reconocíamos que “Elegir y ser elegida es la mitad de la historia” de las mujeres ya que la paridad es endeble “cuando aún hay que sortear las zancadillas de los que se llaman “compañeros” ya sea de partido, de curul o de la vida cotidiana, quienes consciente o atávicamente siguen, ya sea de palabra o de obra oponiéndose a derechos elementales de las mujeres saboteando lo mismo propuestas que el desempeño de cargos de mayor responsabilidad (Elías Anilú, Entre Todas 1/11/2018).

Hace un poco menos, conocíamos del resultado -ya cantado- de la encuesta que realizó el gabinete entrante que tomará protesta junto con el presidente electo el próximo 1 de diciembre, que decidió desechar la construcción del aeropuerto en Texcoco, sin esperar a revisar, -para sancionar- algunas de las muchas corruptelas y negocios que dicen existen ahí. No sólo eso, algunos medios de comunicación escritos han documentado que ha habido algunas reuniones entre quienes invirtieron en esa obra (Texcoco) y el equipo de transición,   y que les han comentado que sus contratos se harán efectivos ahora en el otro lugar que “ganó” la encuesta del pasado domingo -Santa Lucía- o sea, ¿no hay corrupción, ni negocios ilícitos entonces? de otra manera no entendería cómo es que las mismas empresas trabajarán en el ahora nuevo aeropuerto.

Ahora sabemos que el presidente electo está personalmente “revisando” el presupuesto de egresos de la federación para el año 2019, y las mujeres esperamos que no sea verdad lo que señala la “Guía y criterios generales para el inicio y continuidad de la administración” que circula, y que señala la eliminación de las Unidades de Igualdad y Género en las dependencias de la Administración Pública Federal. Preocupante sin duda que piensen, que puede recortarse una estructura administrativa en el nuevo gobierno por la que hemos luchado las últimas generaciones de legisladoras federales, mayor incertidumbre genera que puedan pensar que la perspectiva de género en políticas públicas es un asunto menor, olvidando que avanzar en la transversalidad de la perspectiva de género en las políticas públicas en el quehacer gubernamental, representa alcanzar la igualdad sustantiva. Si es verdad su desaparición, significaría un terrible retroceso. (Comunicado Feminista a AMLO, 01/11/2018).

Por fortuna en el próximo gabinete tenemos aliadas como la Abogada Olga Sánchez Cordero, a quien le pedimos se convierta en la mediadora de nuestra realidad y sea el factor de equilibrio en la nuestra sociedad como ella misma lo dijo cuando era Ministra de la SCJN “juzgar con ojos de mujer para mí, significa ser la mediadora de nuestra realidad y factor de equilibrio en nuestras sociedades”.

Y ésta vorágine de incertidumbres se coloca también en Puebla.

Todavía nos encontramos en la indefinición de la próxima gubernatura estatal.

El cambio de régimen que está a la vista, sin duda demanda el replanteamiento de las relaciones entre gobernantes y gobernados;  en ese replanteamiento deberemos también -tanto gobernantes como gobernados- encontrar la diferencia entre oír y escuchar, entre ver o mirar. 

Percibo en el nivel nacional y en el local, una gravísima descalificación e insultos entre unos y otros, a ello agreguemos la desinformación, que siembra desconfianza y -como leía recientemente- que cosecha manipulación, cada vez con mayor intensidad provocando desilusión, incredulidad y mucho encono deteniendo avances…acuerdos…y generando más incertidumbre.