Una enorme ola especulativa desató la Parabólica publicada más recientemente, que tenía como propósito hacer evidente que bajo cualquier escenario, el ex candidato de Juntos Haremos Historia, Luis Miguel Barbosa Huerta no será otra vez candidato, pues ya hay un sitio reservado para él, en el gabinete ampliado de Andrés Manuel López Obrador.

Evidentemente Barbosa Huerta tampoco lo será si su adversaria en tiempos de campaña, Martha Erika Alonso resulta ratificada. 

No fue ese el hilo que propició la burbuja especulativa, sino la hipótesis que se planteó en esa entrega, y que tenía que ver con una versión en el ámbito del máximo órgano jurisdiccional electoral: “… en pasillos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación corre la versión de que el ponente que conoce del caso Puebla, magistrado José Luis Vargas Valdez llevará a la sesión de pleno el producto de su análisis, el viernes 9 y el vaticinio es que la votación estará dividida”, decía la entrega de la columna del miércoles 7.

Dos llamadas telefónicas antes de escribir la nueva entrega de esta columna fueron suficientes para descartar que se tenga previsto sesión alguna de los siete magistrados en la Sala Superior esta semana.

Primero porque dos de los integrantes de ese pleno que tienen previsto viajar a Costa Rica en estos días, lo que echa por tierra la versión original, ante el hecho cierto de la ausencia de dos de sus integrantes. Pero hay otro elemento que resulta aún más contundente.

La redacción de un proyecto de sentencia de parte del magistrado ponente Vargas Valdez no ha terminado, y en consecuencia, imposible que haya sido repartido este lunes al resto de los integrantes del pleno de la Sala Superior para tratar el caso Puebla, como algunos conocedores de los entretelones jurisdiccionales aventuraron.

Lo que sucede en el TEPJF pone otra vez a los actores al principio de este tramo de la historia electoral. Sin un argumento suficientemente sólido para adelantar un escenario probable, el equipo de la gobernadora electa podrá respirar luego de contener la respiración por la especulación alimentada también en redes, ya por la tarde.

En el entorno de Barbosa Huerta, en donde también se comían las uñas, deberán esperar unos días más para conocer la determinación de los magistrados del alto Tribunal en materia comicial, pues desde que se anuló la elección de Monterrey, vieron más cerca el anhelado deseo de ir otra vez a las urnas.

Seguirá siendo la principal interrogante el resultado del análisis jurídico de los agravios planteados en el recurso de la coalición opositora al morenovallismo en Puebla, tan de capa caída; lo será más aún, el voto mayoritario que podría sentar un precedente histórico en la historia comicial de Puebla.

El doctor en Derecho, Germán Molina Carrillo, del Instituto Ciencias Jurídicas adelantó la probabilidad de la anulación hasta en un 70 por ciento, pero en política como en la vida, un minuto puede ser una eternidad.

Circunstancia y tiempo son variables que influyen notablemente en episodios como el que se vive en Puebla, que ya tiene repercusiones nacionales. 

A volver a esperar.