El 19 de septiembre fue encontrado el cuerpo sin vida del ítalo-mexicano Paolo Prato Paredes, en Panzacola, Tlaxcala. Cuatro días antes había sido levantado en el mercado Unión de Puebla, en la zona en la que se sabe, cunde el narcomenudeo.

Más de 50 días después, la misteriosa ejecución no sólo está por convertirse en una bomba diplomática, sino política. Y es que el gobierno italiano trae el expediente de la ejecución de cuatro jóvenes originarios de ese país en Jalisco y el de Puebla-Tlaxcala.

Las causas de la ejecución son aún desconocidas. Y aunque los funcionarios en Puebla se apresuraron a colocar como probable móvil del crimen la guerra por las drogas, nada ha sido materializado.

Lo que se sabe hasta ahora es que el levantón y ejecución de Prato Paredes arrojó luz sobre una zona de la ciudad dominada por gángsters locales, claramente identificados, por lo que hubo enojo.

Una prueba de que ahí existe una componenda es que de esa zona salió el comando que sembró miedo y violencia el 1 de julio, en la jornada electoral ante el silencio oficial.

En los próximos días habría una nota diplomática desde Roma, ante la falta de resultados en los trabajos de investigación en las instancias de procuración de justicia en Puebla y Tlaxcala.

Pero además gente de alto perfil en el entorno del nuevo gobierno federal ya puso la atención en este caso. Se trata de Tatiana Clouthier, la ex coordinadora de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, presidente electo.

La ausencia de definición entre la Procuraduría General de Justicia en el estado vecino y la Fiscalía General del Estado para coordinar el trabajo de investigación generará, sin duda, un fuerte dolor de cabeza para los gobiernos de ambos estados.

No hay mal que dure 100 años dice el refrán, tampoco más de un sexenio.

Desestimar un conflicto diplomático y político con un gobierno sexenal que no termina de comenzar permite avizorar una secuela negativa de largo aliento.

Ningún gobernador o gobernadora querrá cargar sobre sus hombros con un estigma de omisión que propició el distanciamiento con un país de la Comunidad Europea.

El homicidio de Paolo Prato Paredes dejó de ser un asunto de carácter doméstico.