Considerando que el crimen perfecto es un acto ilegal realizado con tal planificación y capacidad que no deja cabos sueltos y que por lo tanto, el culpable no puede ser encontrado; creo que los flamantes diputados de “Juntos Haremos Historia” están en el camino de ser quienes terminen avalando el crimen perfecto en Puebla.

Ejemplos sobran, uno lo vivimos ayer cuando los diputados presumieron que ya se podrá conocer el monto de la deuda real que generen (a futuro) los PPS y los fideicomisos. Hay que recordarles que la ley no es retroactiva, ergo, no podrán, al menos no con ese mecanismo, conocer el monto real de los pasivos que dejó Rafael Moreno Valle.

Por increíble que parezca, aprobaron y celebraron un tema sin que sus “asesores” les explicaran que no les sirven sus reformas para conocer las tripas de los fideicomisos y PPSs morenovallistas. Y conste que desde su llegada, aseguraron que uno de sus blancos era específicamente ese.

Sin embargo, lo que aún es viable es revisar las inoperantes obras faraónicas que Rafael inauguró, sólo para la famosa foto Pa’l Face y para generar negocios millonarios a costa de los poblanos.

Por si los jóvenes, y no tan jóvenes diputados de la coalición “Juntos Haremos Historia” ya lo olvidaron, me permito enlistar algunas de las “emblemáticas” obras morenovallistas que terminaron convertidas en elefantes blancos o simplemente en espacios inoperantes que no cumplen con los objetivos para los cuales fueron creadas y publicitadas.

Ejemplos de los fracasos sobran. Lo mismo podemos citar a los hospitales que se inauguraron a diestra y siniestrada sin garantizar equipo, médicos, enfermeras, material de curación ni medicinas. En su momento, Intolerancia Diario dio cuenta de la farsa que se realizaba al aperturar cascarones que no resolvieron una de las mayores y más sensibles necesidades de los poblanos: La salud.

Si lo prefieren, pueden hacer una investigación sobre los millones que se tiraron a la basura con la edificación de los llamados “Arcos de Seguridad” que poco o nada han servido para inhibir a la delincuencia común y organizada, esa que un día sí y otro también, atraca a los transportistas y usuarios de las carreteras poblanas. Bueno ni para evadir que los delincuentes “monten” falsos retenes han servido.

Las inoperantes e inseguras ciclopistas así como los puentes atirantados como el de Valsequillo y el bulevar 5 de Mayo, son otra oportunidad para que los afanosos legisladores pongan la lupa. También les recuerdo del renombrado “Crédito a la palabra de la mujer”, un programa de gobierno que ofrecía empoderarlas con préstamos de mil pesos.

Los sedientos y justicieros morenistas deberían auditar y ayudar a destrabar los contratos morenovallistas para conocer la forma en cómo, al amparo de estas figuras legales, Rafael realizó negocios ocultos. Mucho bien nos haría tener las certezas y no quedarnos con las sospechas.

Mención aparte requiere el llamado Segundo Piso de la Autopista, una obra que además de inútil y costosísima, hoy genera un mayor conflicto vial en la zona. Todos los días en el tramo, por arriba o por abajo, se presentan complicaciones, la obra es inoperante, se encuentra rebasada y lejos de disminuir, el tránsito aumenta.

De esta obra, Intolerancia Diario dio cuenta oportunamente desde el sobrecosto y los retrasos, hasta la absurda colocación -y posterior retiro- de la ciclovía donde se pretendía que tráileres y ciclistas compartieran la vialidad.

Un buen asesor podría explicarles a estos acelerados diputados, encabezados por José Juan Espinosa, que la apertura de las cuentas públicas no es el camino para refundir a Moreno Valle. Tienen muchas otras herramientas legales para descifrar y descubrir la línea del dinero morenovallista. Pero así cómo van, les aseguro que no van a encontrarle absolutamente nada.

Les desaparecieron la catedral ante sus ojos y no entienden cómo lo hicieron. Los dejaron con la boca abierta y babeando, como al niño que ve impactado los trucos de un mago de feria.

Si de verdad quieren impedir el crimen perfecto, deberán cambiar su bronca y atropellada actitud, por una postura inteligente y argumentada.

Para su mala suerte, estos personajes no piensan, no investigan, no estudian, no tienen sistema y no usan el más común de los sentidos.

La solución la tienen en sus narices, pero su ignorancia jurídica en conjunto con su ingenuidad política, les impide verla.

Si fuera víbora ya les habría picado.