El rechazo que los senadores panistas icónicos habían manifestado el jueves pasado hacia la imposición de Rafael Moreno Valle como coordinador parlamentario alcanzó este domingo evidencia de rompimiento irreconciliable, con la posición dura y sin contemplaciones que expresó el ex presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y ex jefe parlamentario del albiazul, Damián Zepeda Vidales.

Traidor, autoritario, antidemócrata, simulador, cómplice de priistas y perseguidor de panistas, fueron entre líneas y directamente, los adjetivos que el sonorense le soltó en un video al ex gobernador poblano y calificó la designación que hizo el recién estrenado dirigente panista, Marko Cortés Mendoza, como “un grave error”.

Zepeda no tiene la menor de las calidades morales para calificar a nadie en el Partido Acción Nacional (PAN). Fue uno de los principales operadores de Ricardo Anaya Cortés, para quedarse de manera antidemocrática con la candidatura presidencial, luego ocupó la presidencia panista sustituta y se autonombró el primer coordinador de la aún joven LXIV Legislatura en la Cámara Alta.

Sin embargo, la fuerza e importancia de sus palabras no viene de sus características personales, sino de que pone voz al sentir de la mayoría de los 24 senadores panistas, con cuya mayoría seguramente Damián comentó este posicionamiento que dio a conocer en redes sociales, antes de transmitirlo.

De esa bancada, apenas 18 estuvieron presentes el jueves pasado en la reunión privada e interna en que Cortés hizo el anuncio. Ya se veía ahí el punto de quiebre que representa el poblano.

Las ausencias más notables, por ser personajes históricos del partido albiazul, fueron de Josefina Vázquez Mota, ex candidata presidencial y secretaria de Estado en el foxismo y el calderonismo, y de Gustavo Madero Muñoz, el legislador paradigmático de las últimas dos décadas.

Días antes, la senadora Xóchitl Gálvez también había expresado su inconformidad y denunciado que se trataba de una imposición y no de una consulta.

De los 24 senadores panistas, el cálculo es que más de la mitad está abierta y contundentemente en contra de que Moreno Valle los coordine.

El rechazo hacia el poblano viene precisamente de la certeza de que poco o nada le interesa Acción Nacional y ve esa posición en la Cámara Alta como un escaño más en su proyecto personal de ser candidato a la Presidencia de la República en 2024.

Por supuesto, también sus compañeros panistas saben, y algunos hasta han sido víctimas, de sus traiciones y de sus negociaciones.

Moreno Valle y así lo dejó en claro apenas en su primera entrevista ya como coordinador, buscará “construir” con el lopezobradorismo acuerdos y negociaciones, a pesar de que la mayoría de los panistas, legisladores, militantes y simpatizantes, han expresado el deseo de honrar la historia panista y ser una oposición firme.

Ese es precisamente el principal argumento de Zepeda, quien anunció que, sin renunciar al PAN, no trabajará bajo la coordinación del ex gobernador de Puebla.

La posición del ex dirigente panista es apenas la primera de otras que veremos pronto, posiblemente con distintos tonos, pero los mismos argumentos, contra el también ex priísta.

Los panistas de cepa, aquellos que por conveniencia o de corazón todavía aluden a sus principios, a su historia y a sus ideales, no quieren a Moreno Valle y él es el eje del rompimiento que, junto con la renuncia de varios calderonistas, enfrenta la nueva dirigencia nacional. Eso es incontrovertible.