Lo del “cambio” en esta transformación de Gobierno Municipal es una vacilada.

Es la misma gata, pero revolcada, y se lo comento porque las “nuevas reglas” en materia de giros negros comerciales son exactamente lo mismo.

Todos los dueños de negocios de restaurante bar, bares, centros nocturnos, antros, etc., van a seguir entrándole con su respectiva mordida para que les “den permiso” a cabinguas, como la de cerrar a la hora que se les pegue la gana, sin respetar los horarios ya establecidos.

Y se lo explico.

El Ayuntamiento de Puebla recibe recursos por debajo de la mesa; es decir, que no ingresan a las arcas municipales y van a parar a los bolsillos de que sabe quién.

Uno de estos recursos, cuantiosos, por cierto, los genera la Dirección de Normalidad Comercial.

Se trata de permisos extras para que un negocio de giros negros pueda cerrar después del horario permitido.

Después de las 2 y 3 horas; es decir a las 7, 8 o cuando el propietario así lo decida.

Estos permisos son como mínimo de 5 mil pesos al mes y como máximo unos 20 mil.

Depende del negocio que los necesite.

Imagine el lector cuantos bares y negocios con venta de bebidas embriagantes en vaso existen en Puebla. Y todos pagan sus permisos extras.

Que también sirven para que muchos de estos negocios puedan promover la explotación sexual o la trata, que es lo mismo.

En estos negocios operan mujeres que se van a la mitad de las ganancias con el dueño, del consumo de bebidas espirituosas y de los sexoservicios, sólo que las mujeres ponen el hígado, su cuerpo y los dueños la bolsa.

Eso es explotación.

Pero con estos permisos del Ayuntamiento y con qué Fiscalía General del Estado (FGE), se haga la desentendida por aquello del delito de trata, los negocios de giros negros siguen su próspera marcha.

Y todo esto se lo comento porque los dueños de estos negocios de giros negros ya recibieron la visita de un siniestro personaje, Miguel Cerón Salas.

Cerón Salas está bajo las órdenes directas del nuevo director de Normatividad, Francisco de Jesús Pastor Herrera, sin que se precise si trabaja en el Ayuntamiento de Puebla.

Lo que, si se sabe, por medio de las quejas anónima a de propietarios, es que este personaje ya los fue a visitar y ya les dijo de a cómo va a ser.

Incluso les aumentó la cuota.

Quienes conocen a este hombre, Miguel Cerón Salas, dicen que antes de aparecer como “El cobrador”, lo conocieron en el Mercado Zapata, donde vendía sustancias extrañas.

Este hombre dice ser compadre de Francisco de Jesús Pastor Herrera.

Y así se presenta.

Nos vemos cuando nos veamos