Ocurrió durante la tarde del domingo pasado.

Un grupo de hombres armados levantó al secretario de Seguridad Pública de Acatzingo, Cristian Parada, cuando estaba acompañado de varios de sus familiares.

El levantón ocurrió en la calle Rodolfo Sánchez Taboada y la 2 Sur, frente a la casa del funcionario y a 2 calles del centro de ese municipio.

Los familiares de inmediato lo reportaron al 911 y acudieron ante el presidente municipal Jesús Norberto Rosales García, a quien le pidieron ayuda, pero ni él ni su Policía Municipal, pudieron hacer nada.

Dos horas después Cristian Parada, el secretario de Seguridad Pública, apareció en algún punto de Acatzingo.

Quienes se lo llevaron le dejaron un recado a su presidente Rosales García, que se respetarán los acuerdos, que reconociera que La Plaza ya había sido comprada y ellos eran los dueños.

Y la advertencia fue desestabilizar más la intranquilidad del municipio, además de cobrarse a su modo el efectivo que ya habían gastado.

Se dijo entonces que el remitente de la amenaza y del levantón fue nada menos que Jalil Cano Parra, El Mamer, jefe de una organización delictiva que se dedica al robo de hidrocarburos, la venta de los mismos, además de secuestros, homicidios, asaltos en carreteras y otros más.

Ese mismo domingo 25 de noviembre, la Policía del Estado acudió a la llamada de auxilio pero les dijeron que se regresaran que aquí no había pasado nada.

El mal trató a estos uniformados no les fue extraño, el presidente municipal de Acatzingo, del partido Morena, ha dicho que no quiere nada con el Gobierno de Antonio Gali, que va a esperar a que se anulen las elecciones y que gane su partido para tener entonces un diálogo.

Este presidente municipal ni siquiera se puso a pensar en el riesgo que corren sus gobernados si el municipio no recibe la protección del Gobierno de Puebla.

Del peligro que representa que una organización delictiva como la del Mamer opere de manera impune en un municipio que aseguran, ya compraron.

En días pasados, nada más para demostrar el peligro de esta banda, estos levantaron y ejecutaron a un vecino de este municipio.

Lo fueron a tirar a Huixcolotla, le cortaron ambos brazos y la lengua.

Dicen tener una lista de quiénes van a ser los próximos ejecutados.

La lista la encabezan líderes de bandas rivales, además de habitantes de Acatzingo. 

Pero eso sí.

En Acatzingo no pasa nada.

Además está banda no sólo opera en Acatzingo, operan en varios municipios del Triángulo Rojo y ya llegaron a San Martín Texmelucan, Huejotzingo y otros. 

Nos vemos cuando nos veamos 

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