La gobernadora electa Martha Erika Alonso Hidalgo puso su resto en la larga crisis post electoral de Puebla ayer, cuando acusó al magistrado ponente José Luis Vargas Valdez de congraciarse con el grupo político que domina la escena nacional.

Vargas Valdez, que hizo público el proyecto de sentencia que anulará el resultado de la elección de gobernador en Puebla si consigue la mayoría de los siete votos de los integrantes de la Sala Superior esta misma semana se puso en el camino de la descalificación desde que el domingo pasado hizo público el documento, a través de su cuenta de Twitter.

La sorpresa tomó a la dirigencia del Partido Acción Nacional y a la propia Alonso Hidalgo, y sólo después de tres días pudieron articular una defensa política de su triunfo, sin embargo resultó tardía pues el veredicto parece apuntar a que habrá otra votación en el primer trimestre de 2019.

En la otra trinchera, la de Juntos Haremos Historia ya celebran anticipadamente la victoria. El sábado 8 los seguidores del ex candidato a gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta planean una marcha de 20 mil personas en la capital del estado para festinar un triunfo que aún no tienen en la bolsa.

La hipótesis se fortalece a partir de un conjunto de lecturas después de ver a la panista en el Hotel Hilton Alameda en la capital del país. Quizá la más evidente es la decisión de litigar en medios un tema estrictamente jurídico.

El libro sugiere que sólo quien sabe un veredicto adverso habrá de victimizarse, no hay nada nuevo en ello. Y así lo hizo la ex candidata del Frente por Puebla que invocó un principio difícil de sostener: la violencia política de género de un tribunal cuya presidencia recae en una mujer, Janine Otálora Malassis.

La presidenta de la Sala Superior del TEPJF dio luces sobre un escenario probable, con la solicitud del PAN de retirar a Vargas Valdez de la sesión para votar el proyecto que subió a sus redes sociales el domingo previo.

Acuérdense cuando en 2015 la Sala Superior, el pleno decidió subir a la página de internet el proyecto de sentencia de Colima, eso hace que las partes conozcan el contenido del proyecto... (es normal).

Las declaraciones de Martha Erika en el Hilton Alameda este martes termina por configurar una alta probabilidad de anulación electoral. Nadie en su sano juicio expresa desconfianza de una instancia jurisdiccional y anticipa recurrir a instancias internacionales para solicitar medidas cautelares por un fallo aún desconocido.

La esposa del ex gobernador lo hizo y con ello rompió los hilos de comunicación que permitirían ganar tiempo para un último esfuerzo para cabildear o dar lugar a un alegato más eficaz frente a los siete magistrados de la Sala Superior.

El fallo contradictorio parece inminente y el tiempo se ha agotado, como la paciencia en una de las dos partes en pugna.