Ahora que se puso de moda el serio combate a la corrupción en los cuerpos policiacos, uno de los principales candidatos que debería ser sancionado y presentado como ejemplo es el comandante Eduardo Páez, de la Dirección de Vialidad del Estado, a quien sólo le falta el antifaz para ser considerado un verdadero asaltante.

Al comandante Páez se le ocurrió colocar un retén alcoholímetro en diversos puntos del Bulevar Forjadores y materialmente atracar a los conductores que a su parecer lucen en estado inconveniente.

Lo bueno sería que todo a estos conductores que se presume conducían en estado inconveniente los hubieran sancionado como corresponde, pero no fue así

A los conductores en problemas les piden de 3 a 5 mil pesos para dejarlos ir. Esto de acuerdo el grado de alcoholismo del conductor.

Y se le ocurrió utilizar los negocios de giros negros que se ubican sobre La Forjadores para colocar su retén a unos metros y dar inicio a los atracos.

Lo malo para este comandante y para quienes dejan ir en estado de ebriedad es que estos conductores pueden provocar un accidente con saldos lamentables.

Es necesario que se investigue la actuación del comandante y que se terminen los atracos que el servidor público está cometiendo.

Tecamachalco y Acatzingo bajo fuego 

La semana pasada en los municipios de Tecamachalco y Acatzingo ocurrieron dos hechos de violencia desmedida, que dejó el saldo de un muerto, al menos tres heridos y un detenido.

Hechos que no fueron informados ni por los Ayuntamientos ni por la Fiscalía General del Estado (FGE), que se hizo cargo de las investigaciones.

Del primer caso, en el Fraccionamiento El Vergel, dos comandos armados se enfrentaron con armas de fuego.

El motivo fue la disputa de un tráiler con cargamento robado por uno de los comandos.

El saldo fue de un muerto y tres heridos, de los que hasta el momento se conoce identidad y todos los datos.

Porque fueron ocultados.

Lo de Acazingo fue también otra balacera entre bandas rivales, donde la Policía Federal llegó a tiempo y detuvieron a uno de los sospechosos.

Se trató de un gatillero o sicario de Jalil Jacobo Peralta, a quien apodan El Mamer, líder de una banda de sujetos que se dedican al robo de hidrocarburos y otros delitos graves.

A este detenido le decomisaron un fusil Ak-47, además de 70 cartuchos útiles 

Pero tampoco se dijo nada, como si nada hubiera pasado.

¿A quién le importa que se oculte lo que ocurre en estos dos municipios?

Por cierto, El Mamer y el secretario de Seguridad Pública de Tecamachalco tienen algo en común. 

Los dos conocen Martínez de la Torre, Veracuz, uno fue el comandante de la Policía Ministerial, el otro es oriundo de ese mismo lugar.

Que cosas ¿no?

Nos vemos cuando nos veamos