Como una forma de rescatar espacios olvidados y contrarrestar la mala imagen que dejan los grafiteros al dañar inmuebles y fachadas de la capital poblana, la Secretaría de Medio Ambiente inició un programa para pintar fachadas con murales ecológicos.

Durante la presentación del mural que se ubica en la zona de la glorieta de la China Poblana, el titular de la dependencia, Alejandro Fabre Bandini, manifestó que la intención es poder crear el arte del mural en colonias donde grafiteros dañan las fachadas de las viviendas o de inmuebles públicos.

El funcionario municipal manifestó que en este proyecto participan muralistas de talla internacional, como el recién inaugurado que fue un proyecto de dos peruanos que rescataron estos espacios que se encuentran en malas condiciones.

Detalló que la primera etapa de este proyecto, inició en por lo menos cuatro unidades habitacionales, donde en puntos estratégicos grupos locales dedicados a este tipo de arte, han rescatado parte de la imagen urbana de estas zonas de la ciudad.

La segunda etapa se trata de la pinta de murales en avenidas principales que son espacios abiertos y de gran afluencia vehicular como la inaugurada sobre el bulevar 5 de Mayo y la China Poblana y que se busca que se inicie con la conscientización de la preservación del medio ambiente.

Fabre Bandini informó que hasta el momento sólo son dos murales que fueron a solicitud de los dueños de esos espacios, sin embargo la Secretaría de Medio Ambiente está abierta a recibir las solicitudes necesarias de los ciudadanos que busquen contribuir a la mejora de la imagen de su colonia.

“Tenemos artistas locales, jóvenes que sólo se dedicaban al grafiti que ya entendieron que ver la expresión artística en un sentido educativo y provechoso y de gusto, y estaríamos sumando a tantas áreas que podamos.”


Aseguró que a pesar de que sigue siendo un problema social, la conscientización por no dañar la imagen urbana es mayor, pues recordó que con diferentes modificaciones al Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun), considera este graffiti como un delito grave.

Aseguró que la gran diferencia entre pintar un mural y unos graffiti es que el segundo se realiza en la clandestinidad y sin la intención de mejorar un lugar, todo lo contrario a un mural.

De hecho catalogó al barrio de Xanenetla como el lugar más simbólico de lo positivo que es para la comunidad pintar un mural, pues a pesar de que no llevan un tema ambiental, por medio de este arte urbano no entra en conflicto la identidad del barrio con la expresión artística.