Los restos del exrector de la Universidad Autónoma Puebla, Samuel Malpica Uribe, recorrieron el Edificio Carolino.
La carroza fúnebre —el ornato de un vistoso moño negro en la parrilla la delataba— se estacionó en la Plaza de la Democracia, a pocos metros de una placa que recuerda a los viejos socialistas del siglo pasado.
Algunas goyas se escucharon, con los puños crispados y flores en las manos, la procesión luctuosa recordó al exrector cuyo asesinato desató las especulaciones.
Compañeros universitarios y exuniversitarios del exrector cargaron el féretro por los pasillos del histórico edificio.
En esta ocasión no fue como en la campaña del 2007, cuando una tarde Malpica regresó al salón Barroco como candidato del PRD-Convergencia a la alcaldía y sentenció a bocajarro ante los consejeros universitarios y el rector en turno: “Yo ya fui rector. Y cuando regresé a la universidad me senté en el mismo escritorio gris de mi oficina”.
Ante los trabajadores universitarios, uno de sus hijos resumió la trayectoria política de su padre: “Nunca se vendió, nunca se enriqueció, nunca se corrompió.”
En su regreso al Carolino y al edificio Presno, los restos del escindido del Partido Comunista Mexicano (PCM), del exmilitante del Partido de la Revolución Socialista, del candidato de la Unidad Plural Democrática que ganó con 24 mil 147 votos la rectoría, se despidieron de la universidad.
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Amigos, familiares y universitarios le dieron el último adiós a Samuel Malpica Uribe, rector de la UAP en el período 1987-1989, quien fue asesinado la noche del martes afuera de su domicilio en San Manuel.
Entre las goyas y el luto, entre la indignación y el recuerdo, con el puño en alto sus compañeros universitarios despidieron a Samuel Malpica Uribe.
El cortejo fúnebre partió del velatorio Assis Asistencia Final, una funeraria nada suntuosa, hacia San Baltazar Campeche.
Pero no por el camino más inmediato ni el más corto.
El séquito luctuoso recorrió el Centro Histórico de la ciudad pasando por los lugares emblemáticos del historiador, como el edifico Presno, del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (ICSH), donde Malpica tenía sus oficinas del Departamento de Investigaciones Históricas del Movimiento Obrero. El cortejo hizo una parada en el Edificio Carolino de la Universidad Autónoma de Puebla.
Los restos del líder —candidato de la Unidad Plural Democrática— fueron depositados en San Baltazar Campeche, en una sentida despedida entre íntima y política, amigos, familiares y militantes, de lo que fue la izquierda universitaria.
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El exrector de la UAP, durante los tiempos álgidos, fue el último rector con un proyecto político de izquierda que para sus críticos la postura indeclinable del mismo orilló a un rompimiento con el gobierno estatal. Los sucesores de Malpica en la rectoría se sintieron identificados con el PRI, partido que gobernó Puebla hasta las elecciones del 2010, cuando perdieron la gubernatura. Y, a la fecha, tres exrectores posteriores a Malpica han sido postulados por el PRI a puestos de elección popular en los últimos años.
El exrector de la Universidad Autónoma de Puebla tuvo una participación política activa en los últimos respaldando a Andrés Manuel López Obrador.
Durante la crisis que sufrió el gobierno de Mario Marín Torres por el caso Lydia Cacho Ribeiro, Malpica Uribe fue un intenso activista en contra del gobierno de Mario Marín Torres.
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El cortejo estaba formado por unos 20 vehículos.
Las goyas universitarias y las porras para el exrector universitario se escucharon en varias ocasiones.
Frente al Presno, donde laboró los últimos años el historiador que militó en distintos frentes y siglas de la izquierda, se colocó una ofrenda floral honrando a Malpica Uribe y recordando las muertes de los luchadores sociales y universitarios de la izquierda poblana.
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Pide a medios no politizar el crimen de Malpica
Por su parte, Jesús Malpica Uribe, hermano del exrector, bosquejó a los medios de comunicación su personal versión de Malpica Uribe.
El hermano del exrector dijo, a contracorriente de lo señalado en vida por el propio exrector, que su familia no tenía conocimiento de amenazas en contra de Samuel Malpica.
Jesús Malpica Uribe hizo un llamado para que las autoridades investiguen de manera profunda el asesinato de Samuel Malpica.
Su hermano Jesús Malpica pidió que el asesinato no sea politizado ni haya especulaciones, y señaló que su hermano, el exrector, no tenía diferencias con ninguno de los exrectores de la UAP.
En declaraciones a los medios de comunicación, Jesús Malpica señaló que su hermano “fue muy decente, muy tranquilo, jamás ofendió a nadie”.
Hizo un llamado a las autoridades para que se investigue el asesinato del exrector.
Jesús Malpica Uribe pidió a los medios de comunicación que por respeto a la memoria de su hermano no se politice su asesinato, que aún no aclaran las autoridades.
“A los medios les pido que no politicen, que no se mezcle una cosa con otra, es la autoridad, que no especule con nada, mi hermano era respetuoso de todos, siempre fue muy respetuoso con el actual con el anterior rector, siempre fue muy atento.”
Jesús Malpica señaló que su hermano “estaba ajeno a la política completamente”, afirmación que describe a otro Samuel Malpica.
Sin embargo, las declaraciones expresadas por Jesús Malpica Uribe, hermano del exrector, sobre no politizar el asesinato de Samuel Malpica contrastaron con las de Luis Ortega Morales, amigo de Malpica, quien señaló que el asesinato de Malpica fue un “crimen de Estado”, como del que fueron víctimas otros universitarios cuyos crímenes jamás han sido esclarecidos.
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Durante la campaña política del 2007, cuando Samuel Malpica Uribe contendía bajo las siglas del PRD por la alcaldía de Puebla, el exrector presentó varias propuestas que se adelantaron a las campañas electorales actuales.
Por ejemplo, el entonces candidato del PRD en la elección local del 2007 retó públicamente a sus homólogos del PRI, PAN y PC para que en los comicios locales hicieran públicas sus cuentas bancarias, como él ya lo había hecho.
Además, el candidato a la alcaldía se fue a vivir a una vecindad predicando la pobreza y la medianía.
