Al parecer, por un ajuste de cuentas relacionado con un homicidio, Rigoberto Gervasio Martínez, quien actualmente trabajaba como taxista, fue ejecutado de un disparo de arma de fuego en la cabeza y después fue “encajuelado” en su mismo vehículo, mismo que fue abandonado en las inmediaciones de Tehuitzingo, en los Amates, cerca de Izúcar de Matamoros.

La mañana del jueves 4 de julio conductores que pasaban por el lugar vieron el taxi abandonado, por lo que se acercaron a ver qué pasaba, luego dieron aviso a la Policía Municipal y al revisar la unidad placas TXN-51-33 localizaron el cuerpo sin vida y lo reportaron al Ministerio Público de Izúcar de Matamoros para que se realizaran las respectivas investigaciones.

El taxista estaba amordazado, su cuerpo fue trasladado al anfiteatro del panteón municipal de Izúcar de Matamoros donde el médico legista se hizo cargo de la práctica de la necropsia; más tarde fue identificado por sus familiares, quienes dijeron desconocer porque había sido asesinado.

Se dijo que Rigoberto Gervacio tenía cuentas pendientes con la justicia poblana, luego de que participó en un homicidio ocurrido en la Mixteca poblana, escapó y se fue a radicar a los Estados Unidos; hace un año fue deportado y regresó a trabajar como taxista. 

Elementos de la Policía Ministerial del Estado (PME) se hacen cargo de las investigaciones correspondientes.