Las instalaciones de la delegación de Vialidad Estatal en San Pedro Cholula lucen desiertas. No hay actividad. Nadie se detiene ni entra en el módulo de atención.

Dos secretarias, el único personal en la oficina, simplemente dejan pasar el tiempo. Una de ellas se entretiene hablando por teléfono. Cuando alguien entra, la mujer suspende su conversación telefónica, tapa la bocina y pregunta:

 —¿Necesita algo?

Las oficinas de los delegados de Vialidad lucen cerradas a piedra y lodo. Nadie se para ni se asoma. Solamente un par de secretarias trabajan en el inmueble.

Alrededor de la instalación no hay ninguna patrulla ni ningún otro vehículo de Vialidad Estatal. En lo que parece que era un estacionamiento, la hierba ha crecido.

—¿Y va a seguir atendiendo aquí?

—Sí —responde la secretaria sin mucha seguridad.

Un vendedor de fruta —con su canasta repleta de peras y duraznos— quiere entrar a la oficina para vender sus productos pero, al observar que la oficina está vacía, sólo se da la vuelta y se retira.

—¿Y dónde están los agentes de Vialidad Estatal?

“Se están capacitando”, repite la secretaria sin mucha convicción y machaconamente.

“Aquí solamente vamos a cobrar las multas.”

La secretaria tampoco sabe cuándo regresan los agentes de Vialidad, que están en “capacitación”.

Las computadoras y las impresoras están apagadas. Los archiveros, cerrados. Un cartel pegado en una de las paredes señala los mecanismos sobre el pago de infracciones. La oficina ordenada, casi abandonada, como si se preparara para la mudanza.

En otra de las paredes a la entrada sólo hay un cartel sobre el ingreso como agente investigador a las dependencias estatales.

Entre los pocos trabajadores que aún quedan en las oficinas de estas dependencias, corre la incertidumbre de lo que sucederá con estas oficinas. Sin embargo, confían en que si se lleva a cabo la remoción de estos agentes de Vialidad Estatal los trabajadores de las oficinas sean removidos a otros puestos administrativos dentro de la misma estructura burocrática estatal.

Los mismos trabajadores con los que este medio de comunicación platicó se muestran desconcertados y a la espera de que reciban indicaciones, porque no hay.

Tal como lo publicó Intolerancia Diario, las delegaciones de Vialidad Estatal se encuentran sin personal, los cuales se encuentra “en capacitación”, eufemismo para los inminentes cambios de la estructura de Vialidad.

Aunque todavía pueden verse circular algunas camionetas de Vialidad Estatal sobre la recta a Cholula o sobre Periférico. Este medio de comunicación el mediodía de ayer pudo percatarse de la presencia de al menos tres unidades que circulaban sobre estas importantes vialidades donde desemboca gran parte del tránsito de la zona conurbada.

—¿Y si hay algún accidente, quién va a atender los percances? —se le pregunta a la solitaria secretaria de la oficina.

No duda en responder, se alza de hombros y responde:

—Están en capacitación.

La secretaria desconoce quién atenderá las emergencias o quién acudirá a los agentes viales porque señala que eso ahora depende de la dirección de Vialidad Estatal, que se encuentra en la 105 Poniente de la colonia Popular.

En otras de las delegaciones, como Atlixco y Amozoc, la situación es semejante a la relatada arriba.

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La labor de los agentes de la dependencia ha sido de contraste. Cuando se habla con algunos de ellos remiten a las experiencias en las que han auxiliado en innumerables percances a los automovilistas, quienes reconocen la importante labor de este gremio.

Pero también hay historias de abusos de Vialidad Estatal, conocidos por quienes transitan sobre el Periférico.

Diversas quejas en contra de los agentes de Vialidad Estatal pueden recuperarse cuando se platica con habitantes de San Pedro Cholula que circulan sobre el Periférico o sobre otros de los tramos estatales.

Los automovilistas que circulan por estos tramos se quejan de abusos de los agentes asignados a Vialidad Estatal que, lejos de levantar las infracciones cuando los automovilistas han cometido alguna violación al reglamento, simplemente hostigan a los automovilistas buscando “agilizar” el procedimiento:

“En una ocasión a mí me detuvieron, llevaba un faro fundido. Era cerca de la una de la madrugada y circulaba sobre el Periférico, casi llegando a San Pedro, para tomar el acceso. Entonces, una patrulla que estaba con las luces apagadas, estacionada cerca de la gasolinera, de repente se acercó a nosotros con las luces apagadas, aceleró y, una vez que se aproximó, encendió las luces y la torreta. 

Nos detuvimos. Por supuesto que tener una luz fundida del coche acredita una multa, como le expliqué al oficial, que iba acompañado de otro de sus compañeros, pero luego que me pidieron los papeles, la hicieron cansada. Les pedí que me levantaran la infracción. Pero ellos insistían en que iban a llevarse mi vehículo al corralón. No querían levantarme la infracción. Y decían que ameritaba llevarse mi vehículo”, relata un vecino de San Pedro Cholula.

Aunque en otras ocasiones a los agentes de Vialidad Estatal les acude la razón cuando detienen sobre el mismo tramo vehículos de carga o camionetas que transportan carga incumpliendo el reglamento.

En otras ocasiones, quienes son detenidos sobre la vialidad son vehículos que llevan placas de otros estados del país, a los que les solicitan sus papeles, y ante la amenaza de la multa, que les puede llevar otro día en la ciudad, los animan a “agilizar” el trámite de la infracción.

Sin embargo, la función de los agentes de Vialidad Estatal también ha sido significativa e importante para quienes circulan por las vialidades estatales auxiliando a los automovilistas en distintos percances.

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Este martes Intolerancia Diario dio a conocer que la desaparición de las 35 delegaciones estatales y en la misma información de acuerdo con los testimonios recabados por Intolerancia Diario, desde el mes de mayo de este año elementos de Vialidad del estado fueron concentrados en sus oficinas, donde presuntamente les informaron que se sumarán como policías estatales y que las delegaciones de la corporación desaparecerán de manera definitiva.

El abandono de las delegaciones de Vialidad Estatal fue a cuentagotas. Sin embargo, la información fue escasa y en ningún momento se dio explicación sobre los motivos que los llevaron a abandonar sus trabajos.

“Supuestamente nos dijeron que nos enviarían a cursos de capacitación, pero si así fuera por qué lo hizo la totalidad del personal; si hubiera sido eso, nos llaman por paquetes y sin abandonar nuestras tareas como agentes viales”, refutó uno de los elementos.

De acuerdo con los inconformes por esta medida del gobierno del estado, fue a principio del mes de mayo cuando se comenzaron a generar versiones diferentes, entre ellas el hecho de que la desaparición de las 35 delegaciones de Vialidad Estatal se debía a que Vialidad pasaría a manos de la Policía Estatal Preventiva, en donde se encomendarían tareas de seguridad.

“A nosotros se nos hace que el gobierno del estado no está pudiendo con la inseguridad que hay en la mayor parte del territorio y ahora a nosotros nos quieren obligar a cubrir una responsabilidad que no nos corresponde”, señaló otro elemento.

Desde el cierre de las delegaciones se presentaron diversos accidentes en las carreteras que les corresponde custodiar; sin embargo, ahora no hay quién cumpla con esa labor. De hecho, la totalidad de las delegaciones de Vialidad se encuentran cerradas después de que por unos días estuvieron resguardadas por policías estatales.

Desde el cierre de las delegaciones, los elementos viales fueron informados de que tomarían un curso de capacitación por tres meses, sin embargo, al momento los tienen sin hacer nada para cansarlo y obligarlos a renunciar.

Hasta el momento, los elementos no saben lo que pasará en su futuro inmediato pues lo único que saben es que se convertirán en policías preventivos.

“Eso es lo que quieren, obligarnos a renunciar manteniéndonos en esta incertidumbre; de hecho, varios de nuestros compañeros mejor han firmado sus renuncias porque no hay ninguna garantía en nuestros trabajos. Dejan a ciudadanos indefensos”.

Fue desde el 8 de septiembre cuando las 35 delegaciones de Vialidad Estatal que se ubican estratégicamente en todo el estado fueron cerradas, y con ello se dejaron de brindar los servicios para los ciudadanos.

Sus labores radicaban en atender a los ciudadanos en percances viales, resguardar peatones, agilizar tráfico y reducir accidentes.
“En este momento, cuando se puede presentar un accidente vial, no hay personal para atender el percance e incluso pueden suceder situaciones peores, como la muerte de una persona, y no hay peritos que puedan auxiliar a las autoridades ministeriales.”

Además, en septiembre hubo “fuga de recursos” debido a que no hay aplicación de multas por violar el reglamento vial.

Lo único que se sabe es que la Secretaría de Seguridad Pública del estado señala que esta medida obedece a mejorar la calidad del servicio y preparar mejor a los elementos en cuestiones operativas.