Luego de que el Gobierno Federal impulsara la medida de retirar la publicidad de alimentos “chatarra” de la televisión en horarios infantiles, el exsecretario general del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación, Armando García Avendaño, dijo que los tiempos actuales exigen retirar el uso de la televisión en la dinámica cotidiana de los menores de edad, para lo cual un papel importante tienen que encabezarlo los padres de familia, quienes requieren impulsar actividades de acompañamiento y de orientación, porque esa responsabilidad no debe recaer solamente en las escuelas, porque en los hogares es donde se promueve fundamentalmente la buena alimentación.

El líder magisterial poblano celebró la medida del Gobierno Federal, pero también reiteró que resulta increíble que los padres de familia permitan que los hijos vean un promedio de cinco horas la televisión.

“En ese tiempo observa publicidad de la comida chatarra y los condiciona a que lleguen a la tienda y lo primero que pidan es el refresco que los hace más guapos y más fuertes. Es una medida que puede genera que el consumo de los refrescos y comida chatarra disminuya, pero también es importante generar todo un programa de prevención de obesidad por todos los medios, para que los padres orienten una dieta balanceada.

”Es fundamental un programa de activación física para bajar los indicadores de obesidad y sobre todo un programa de acompañamiento.”

García Avendaño reiteró que esos programas gubernamentales pueden colaborar para una alimentación más balanceada, pero no se trata solamente de retirar esa publicidad porque, independientemente de frenar esos procesos de mercado, la mayor responsabilidad recae en los padres de familia, pero los maestros también pueden colaborar.

Armando García Avendaño dijo que los padres de familia deben estar conscientes de que los kilos de más en los alumnos generan mayores enfermedades, como la diabetes infantil, que actualmente presenta un porcentaje creciente entre la población escolar: “Antes de llegar a la escuela, pasan por el refresco y el gansito, cuando los padres se deben orientar en un lunch más sano, así consumirán menos harinas”.

El exsecretario general del SETEP reveló que aunque los problemas de obesidad y sobrepeso todavía están arraigados en la población escolar y en la sociedad en general, en la que genera un fuerte impacto, son tiempos de valorar la cuestión cultural porque la alimentación se basa en las harinas.

“También el crecimiento de la ciudad genera el sedentarismo, la falta de ejercicio, eso aumenta el peso corporal de las personas.”

Los padres de familia, dijo, no deben olvidar que los hijos aprenden los hábitos alimenticios, porque antes salían a jugar al campo y hoy se reducen esos espacios a la televisión, a los videojuegos y al uso de aparatos electrónicos: “Eso reduce el ejercicio y aumenta la alimentación a base de harinas”.