Finalmente, en medio de irregularidades, tuvieron que pasar 26 horas para que el cuerpo del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo fuera entregado a sus familiares, tras un largo “viacrucis” para lograrlo.

Fue hasta las 20:19 horas de este domingo cuando salió el cuerpo del pequeño de 13 años de edad del Servicio Médico Forense (Semefo), donde se le practicó la necropsia, mucho antes de que siquiera sus familiares lo reconocieran.

Ésta fue una de las anomalías que denunció el abogado de la familia, Arturo Rivera Pineda, al salir de las instalaciones del Tribunal Superior de Justicia, en entrevista para Intolerancia Diario.

“Desde el día de ayer (sábado) por la noche nos dijeron que la necropsia se iba a realizar ayer mismo, y se hizo que los familiares estuvieran en guardia hasta las 3 de la mañana, para venir a final de cuentas que se practicó hasta hoy”, dijo, con su acento de español.

“Hasta este momento se está haciendo el reconocimiento del cadáver y a la vez recibiendo la entrega del cuerpo para darle sepultura”.

—¿El reconocimiento se hace después de la necropsia?

—Sí, eso es absurdo, simple y sencillamente porque ese es un criterio arbitrario. Nosotros pensamos que el reconocimiento se puede realizar antes de que se realice la necropsia, ¿cuál es la razón para una decisión de esta naturaleza?

“Se ve que los protocolos, por más que traigan abogados del Distrito Federal, están totalmente desfasados, porque además del dolor que tienen estas personas por la pérdida de su hijo, tienen que reconocerlo ya que ha sido practicada la necropsia”.

El suplicio
Elia Tamayo Montes, antes de ingresar a hacer su declaración ante las autoridades, hizo un clamor a las autoridades. “Yo sólo quiero que me digan a dónde está mi hijo, desde ayer aquí andamos; yo sólo pido justicia con el gobernador, él es el todo el culpable”, dijo entre lágrimas.
El niño de 13 años de edad falleció a las 18:30 horas de este sábado, tras permanecer internado más de una semana en terapia intensiva del Hospital General de Salud. Su cuerpo fue entregado hasta las 20:19 hora del domingo.

José Luis fue lesionado el 9 de julio, con un proyectil, durante el desalojo de manifestantes de San Bernardino Chalchihuapan, de la autopista Atlixcáyotl, por una protesta en contra de la desaparición del Registro Civil en las juntas auxiliares. El saldo del zafarrancho fueron decenas de lesionados, entre policías y civiles, entre ellos el niño José Luis, quien dejó de existir este sábado.
 
El calvario
Un verdadero calvario, angustia, depresión y frustración ha vivido Elia Tamayo Montes desde la muerte de su hijo José Luis Tehuatlie, cuyo cuerpo no se entregó tras cerca de 36 horas desde su muerte.

Sentada en una de las bancas de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), en medio de su melancolía y depresión, permaneció 19 horas desde la noche del sábado hasta la tarde del domingo, para que alguna autoridad le diera algún informe.

Las horas pasaron lentamente, hasta que la luz del día llegó sin que supiera nada, desde la sorpresa que se llevó cuando el sábado por la noche, cuando llegó al hospital y le avisaron de la muerte de su hijo.

En la silla, acompañada de su madre y hermana, Elia permanecía con la mirada perdida, sólo interrumpía sus pensamientos con sollozos que llegaban sin avisar, lo que la hacía cubrirse su rostro con la mano.

Fue hasta después del mediodía cuando funcionarios de la PGJ les informaron algo que hizo que saliera de la tranquilidad de su melancolía y tomará sus cosas para salir del edificio. Esta tranquilidad se interrumpió totalmente cuando, al salir, una decena de reporteros trató de entrevistarla.

Resguardándose con su sudadera azul, como si fuera un escudo, se tapaba la cara, ayudada por sus familiares, para evadir a la prensa, quienes la escoltaron hasta un automóvil donde se mantuvo varios minutos.

Fue hasta que llegó la diputada federal Roxana Luna Porquillo cuando tomó un poco de valor para exigir que le dieran el cuerpo de su hijo, frase interrumpida por el llanto que le cortó su voz. La legisladora aprovechó e hizo un llamado al gobierno estatal, para “dejar de torturar a la familia y al pueblo.

”Por los medios de comunicación, Elia se enteró de la muerte de su hijo, nadie se lo dijo; inmediatamente fuimos a la Semefo, nos dijeron que a las 7 de la mañana posiblemente le estarían realizando la autopsia.

”Nos mandaron a esta institución (PGJ) para que hiciera los trámites, y es la hora que no le avisan dónde está el niño. He sido testigo que es la hora que ayer anunciaron y que no nos dicen dónde está el niño ni qué va a pasar. Ella quería saber la autopsia, no queremos que después nos digan que ya se la hicieron, que ya se lo lleven. ¡Ya basta!”.

Después de hablar, llegó el clamor de la abuela, quien también, entre gritos y llanto, pidió a los reporteros que las dejaran, que entendieran el dolor que pasaban. Fue así como hubo una tregua para iniciar una nueva espera.


La angustia

Sábado 19
18:30
Hora oficial del fallecimiento de José Luis Alberto Tehuatlie.

19.30
Su madre, Elia Tamayo, se entera de la muerte de su hijo por medio de la prensa.

20:00
Acude al Hospital General y le informan de la muerte.

Le informan que fue trasladado el cuerpo, sin su consentimiento, al Servicio Médico Forense.

21:00
En Chalchihuapan se organizan pobladores para acudir a la Agencia del Ministerio Público a presentar denuncia por homicidio.

22:00
Desisten acudir al Ministerio Publico, pero acuden al Servicio Médico Forense, donde les niegan acceso al no haber orden de entrega del cuerpo.

23:00
Acuden a la Procuraduría General de Justicia para pedir el cuerpo.

Ahí se mantienen Elia, la abuela del menor y un tío, toda la madrugada, a la espera de información, la cual nunca llegó.

Domingo 20
9:00
Elia dormita, con familiares, en las sillas de la sala de espera de la Procuraduría, aún sin recibir información.

11:00
Personal de la dependencia se acerca a los familiares para hacerles un comentario. Pero se van al poco rato.

12:00
Nuevamente, el personal de la Procuraduría les hace indicaciones, por lo que los deudos toman sus cosas y salen de las oficinas.

Inmediatamente, son abordados por la prensa, de la que huyen para resguardarse en un automóvil.

12:30
Llega la diputada federal Roxana Luna Porquillo, con quien se anima Elia Tamayo a dar unas palabras a la prensa, sobre la exigencia del cuerpo de su hijo.

Después de la conferencia de prensa improvisada, inicia otra larga espera.

14:30
Junto con su madre, Elia Tamayo finalmente entra en las oficinas a hacer su declaración ante el Ministerio Público, para empezar apenas los trámites de entrega del cuerpo.

15:30
Sale la mamá de declarar ante el Ministerio Público, para posteriormente acudir al Semefo a reconocer el cadáver de su hijo.

15:50
La Comisión Nacional de Derechos Humanos emite un boletín donde afirma que estaba apoyando a los familiares en los trámites. Sin embargo, jamás se les vieron con ellos hasta esa hora.

17:30
Mediante un comunicado, la Secretaría de Seguridad y la Procuraduría afirmaron que a partir de las 15 horas el cuerpo de Luis Alberto Tehuatlie estaba a disposición de la familia, una vez practicada la necropsia de ley, con la presencia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

El Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia, con presencia de visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, notificó a la familia que podían disponer del cuerpo en el Servicio Médico Forense.

18:00
Roxana Luna publica en su Facebook: “Absurdo más de 24 horas para entregar el cuerpo, primero realizan necropsia y después el reconocimiento de cadáver, inhumana justicia”.

19:00
Acude Elia Tamayo a las puertas del Semefo, donde es detenida por más de 20 minutos, hasta que ingresa con su abogado.
 
20:19
Finalmente, sale una camioneta con el féretro que transporta el cuerpo de José Luis y emprende su último camino hasta su tierra natal: Chalchihuapan.