La diputada federal Soraya Córdoba Morán presionó y amenazó a los detenidos de la manifestación de Chalchihuapan, dentro de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), para que culparan a sus vecinos.

Así fue confirmado por los detenidos, en sendas entrevistas con Intolerancia Diario, apenas dos días después de su salida en libertad del penal de Cholula.

Las cuatro personas fueron aprehendidas durante la manifestación del 9 de julio en la autopista Puebla-Atlixco. Permanecieron casi un mes en prisión, tiempo que afirman sufrieron tortura física y psicológica.

Los inculpados no están libres del todo, ya que ahora tienen que acudir semana a semana a firmar, debido al proceso que aún les finca el gobierno de Puebla, por los delitos de ataques a las vías de comunicación y a los medios de transporte.

Antonio Víctor Montes Contreras y Félix Xelhua Montes claramente recuerdan la figura de la hermana del líder de Antorcha Campesina, Aquiles Córdoba Morán, quien en los separos de la PGJ los presionó, intimidó y amenazó para que firmarán contra sus vecinos.

Sin conocerse anteriormente, ahora junto con Santiago Pérez Tamayo, han hecho una buena amistad y hasta se acompañan a todos lados del pueblo de Chalchuihuapan, incluso juntos fueron a declarar sus vivencias a los enviados de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

Apenas el 6 de agosto quedaron en libertad los cuatro detenidos tras el “desvanecimiento de datos para acreditar su responsabilidad en los actos”, término utilizado por la PGJ.

El juez de San Pedro Cholula les fijó una caución de 7 mil pesos a cada uno, y después de pagarla quedaron en libertad caucional Félix Xelhua Montes, Antonio Víctor Montes Contreras, Santiago Pérez Tamayo y Sergio Clemente Jiménez Tecalero.

En un principio fueron acusados de motín, delitos contra la autoridad, resistencia de particulares, lesiones, daño en propiedad ajena y tentativa de homicidio. Pero finalmente fueron los delitos que se “desvanecieron”.

Esta manifestación fue disuelta por policías estatales mediante el uso de la fuerza, resultando decenas de personas lesionadas, incluyendo al niño José Luis Tehuatlie Tamayo, quien murió 10 días después por una lesión en la cabeza.

Los manifestantes afirman que los policías utilizaron balas de goma, mientras que las autoridades culpan a los vecinos de utilizar cohetones cuya onda expansiva provocó la muerte del menor.

Atrapado por pasar
Antonio Víctor Montes Contreras, de 54 años y ayudante de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), aún tiene latente los días que pasó en prisión, al grado de sufrir ataques de ansiedad por lo vivido

Reconocido en los medios por su enorme bigote entrecano, señaló que aquel 9 de julio se dirigía hacia el bachillerato para preguntar cuestiones escolares de su hijo, por lo que tuvo que cruzar el puente justo en los momentos de la manifestación.

“Cuando en eso que me detienen, me jalaron, pero no podían conmigo, que me atrancan con los pies”, no me dejaba pues no hice nada, pero cuando llegaron más elementos de la policía, me empezaron a dar de macanazos”, dijo con su acento indígena.

Explicó que finalmente fue doblegado y pateado en el muslo derecho. “Llega un elemento y me dio una patada tremenda, de ahí de cargaron y que me llevan a la camioneta, me dio mucha muina, no me dieron esposas, me amarraron con una cuerda”.

Dijo que “por ir rezongando” que no había hecho nada, le siguieron golpeando con los escudos que portaban los uniformados, además de un fuerte golpe en el estómago, lo que finalmente lo puso quieto.

Luego de que se los llevaron, en el camino se detuvo la patrulla y ahí fue la primera vez que vio a la diputada Soraya Córdoba, la que les preguntó a los uniformados que porqué los trasladaban. “Les dijo, no pues ustedes llévenselos para dónde quieran”.

—¿Soraya, de Antorcha Campesina?

—Si, de Antorcha Campesina.

—¿Ella no los defiende?

—Nada, no.

Posteriormente, relató que fue trasladado a las instalaciones de la PGJ, donde los tuvieron por horas viendo a una pared de los separos, hasta que estuvo a punto de desmayarse.

Comentó que una vez frente al agente del Ministerio Público, por medio del altavoz del teléfono, escuchó cómo le daban instrucciones para hacer los cuestionamientos.

“Le decían, ‘que preguntes quién hecho los cohetes’, yo le dije como voy a decir si no estuve en el acto, y nos dicen ‘ustedes digan la verdad, sino ahorita se los lleva la chingada´, pero yo les decía que no vi”.

Señaló que la insistencia era para que acusaran a varios vecinos, incluido al presidente auxiliar de Chalchihuapan, Javier Montes.

Posteriormente, señaló que enviados de la Comisión de Derechos Humanos del Estado le tomaron declaración y documentaron con fotografías todas las lesiones que sufrió en su aprehensión.

Señaló que todo aquel día —10 de julio— no les dieron alimentos, ni siquiera agua, hasta que llegó un amparo federal para que se les proporcionaran. “Hasta que llegó el papel ya nos empezaron a dar de comer”.

Señaló fehacientemente que ese jueves 10 de julio fue la segunda ocasión que vio a la legisladora antorchista, ahora al interior del penal, en plan de hostigadora para que denunciaran al edil alterno Javier Montes y vecinos. “El jueves nos llevaron a declarar con Soraya”.

—¿Está seguro que era la diputada Soraya?

—Sí, estaba en el escritorio, es la que nos estaba haciendo preguntas. ‘digan toda la verdad, yo ya dije todo lo que fue’ —señaló que le respondió.

—¿Qué les decía?

—Qué dijéramos cómo empezó la bronca, le dije que no puedo porque antes de eso ya nos habían agarrado.

“No, ustedes saben, digan quién echó los cuetes”, indicó que le gritó la legisladora, a lo que respondían que no sabía.

—¿Usted ya conocía anteriormente a la diputada?

—Sí, ya.

—¿Ella se les presentó?

—No, no dijo, pero ya la conozco. Entonces dice, di todo lo que sepas, todo. Pero yo sólo declaré lo que fue.

Indicó finalmente que luego de que saliera de prisión ha tenido crisis nerviosas y constantes dolores de cabeza, lo que lo ha mantenido sin trabajar este tiempo.

Del campo a la celda
A Félix Xelhua Montes, campesino de 46 años de edad, lo detuvieron en la autopista cuando regresaba de trabajar de sus terrenos de cultivo de milpa, donde estuvo toda la mañana, a escasos cien metros de donde estaba la manifestación.

Dijo que alrededor de las 14 horas, cuando empezó la lloviznar, decidió regresarse a su casa, cuando se topó con la manifestación, por lo que al cruzar la autopista fue sorprendido por los uniformados.

“Que dicen ‘ahí viene’, y que corren por mí; yo todavía les dije qué les hacía, pero me agarraron a trancazos dos policías, de ahí llaman a otros seis y vienen”, dijo recordando con ojos humedecidos.

“Les decía ‘yo qué les hago, yo no les hago nada’, pero me decían ‘cállate porque ahorita te va a cargar la chingada’, que me agarran y me arrastraron, yo me trataba de defender, pero llegaron más y me atraparon, luego me amarraron mis pies y me subieron a la camioneta cargando”.

Dijo que ya estaban los otros tres detenidos de ese día en la batea de la camioneta. “Ya estaban ahí, los estaban pateando, y me avientan encima de ellos”, dijo al señalar que todo el camino hasta la PGJ fue de insultos y golpes.

—¿Ahí usted también vio a la diputada Soraya?
—Sí.

—¿En qué momento la vio?

—El jueves.

—¿A qué hora?

—Uy, ya no veíamos si era de día o de noche, pero que nos sacan para declarar.

“Cuando nos sacan, que me dice ella (Soraya), me dijo hartas cosas. Me dijo, ‘tú eres el que más se opone, tu eres el que mueves esto’, le digo que yo nada que nomás fui al campó a trabajar. Pero me dijo ‘cállate, cabrón, más vale que digas la verdad’, porque me dice ‘sino vas a ver lo que te va a pasar’, me dice ‘tú eres el que más te estás enfrentando en todo’”, señaló al referir que las contestaciones eran a gritos.

“Me dice ‘cállate, esta declaración que te vamos a hacer y la vas a firmar, a la buena o a la mala, lo tienes que firmar’, yo le digo que no sé, que me están obligando, yo no hice nada”, dijo.

Añadió que cuando les insistió que no firmaría, le respondió la legisladora: “No queda de otra, te vas a quedar en la cárcel, y ya que me llevan de nuevo. Como a la hora que me llaman de nuevo, otra vez Soraya y otra señorita que ya no conocía y me sacan lo mismo, ‘dime la verdad, quién es el que está mandando esto y te vas libre’, les dije que no vi nada, que fui a trabajar al campo.

”Dijo ‘ah, bueno, métanlo, éste nunca a decir la verdad’. Les dije que no estoy mintiendo, ni puedo mentir, soy inocente, que ni siquiera me metí en este problema, dijo ‘no queda de otra’”.

Sin embargo, al poco tiempo le pidieron una firma en documentos donde venían nombres, pero se negó al señalarles que ni siquiera conocía a esas personas: “Me decían ‘mira aquí, ya tengo ubicadas a las personas que son de allá (Chalchihuapan)’. Les digo que yo no los conozco, ‘cómo no los van a conocer, si eres de allá’, pero yo me dedico al campo y a mi casa.

”El jueves no nos dieron de comer por castigo, nada, ni agua, me decían‘ muriéndote vas a decir todo’, que les digo que ya qué, estoy a la de Dios, Dios es grande y es el que me va a sacar adelante”.

Señaló que escuchó a unos policías platicar que los iban a sacar en la noche para desaparecerlos, pero para su fortuna, llegó la nieta de otro de los detenidos, Santiago Pérez Tamayo, quien los encontró en los separos.

Negación
Las acusaciones contra Soraya Córdoba fueron negadas por Antorcha Campesina desde hace unas semanas, luego de que Intolerancia Diario reveló las acusaciones de la diputada Roxana Luna Porquillo, sin embargo, ahora es confirmada por las presuntas víctimas del hostigamiento.

El organismo antorchista mantiene una disputa política y hasta religiosa en la localidad de Chalchihuapan, cuya comunidad perdió apenas en la elección del presidente de la junta auxiliar perteneciente a Santa Clara Ocoyucan.

Diversas fuentes refirieron que la disputa por esta localidad se debe a que se encuentran instaladas diversas antenas de televisión y de telefonía celular que generan grandes ganancias a la localidad.

La organización Antorcha Campesina había desmentido señalamientos de la diputada federal Roxana Luna Porquillo, quien el 12 de julio acusó a los antorchistas de estar coludidos con el gobierno del estado.

“Es claro que hay un contubernio entre el gobernador y Antorcha Campesina, para el tema de San Bernardino Chalchihuapan”, dijo en la reunión con pobladores apenas dos días después del enfrentamiento entre policías estatales y manifestantes en el kilómetro 14 de la autopista Puebla-Atlixco.