Enedina Rosas Vélez, sigue en pie de lucha, aunque con temor, anunció que seguirá protestando contra la construcción del Gasoducto, además de que buscará que se le indemnice  por pasar un año en la cárcel siendo inocente.
La comisariada ejidal de San Felipe Xonacayucan, fue exonerada de acusaciones de robo, luego de estar detenida un año. Este domingo finalmente salió en rueda de prensa a decir que su lucha no cesará.
Por momentos Enedina no soportó que lagrimas rodaran por su rostro de 60 años de edad, las cuales denotaron el tiempo de angustia y depresión que vivió estos últimos 12 meses.
Ahora dice, todo es un mal recuerdo, al señalar insistentemente que no es una deluncuente, sino los que la detuvieron si.
Xonacayucan, está ubicado dentro de la zona de riesgo volcánico naranja de las faldas del Popocatépetl, con una de las 2 mil 61 propiedades que serían afectadas por el gasoducto.
Fue el 7 de abril de 2014 que la aprehendieron luego de que el juez de lo penal de Altixco, Elmo Mayoral, emitió una orden de aprehensión en su contra bajo los cargos de “obstrucción a la construcción de obra pública”.
Pero lo que la mantuvo en prisión fue el presunto robo de dos celulares, denunciado por uno de los empleados de la compañía constructora que ingresó al ejido el pasado 7 de marzo para empezar las obras de excavación, sin la autorización de la comunidad.
Desde entonces Enedina sufrió un calvario que culminó el pasado 22 de marzo de 2015, luego de ganar un amparo ante la justicia federal, donde se demostró que no cometió ningún delito.
Ahora Enedina, secándose con una servilleta las lágrimas, recuerda com su acento indígena el tiempo que sufrió en prisión, en el que se deterioró su estado de salud.
Estuvo acompañada de su hija Lucinda Quijano Rosas, y de su representante legal, Marely Vélez, donde se anunció se buscará demandar contra quien resulte responsable por su detención ilegal.
Marely Vélez, explicó que a pesar de haber obtenido un auto de libertad que ya es irrevocable a favor de la ex comisaría ejidal, aún continúan procesos pendientes.
“Con mi hija afuera, pues caminando para un lado y para el otro sin conocer a nadie, pero gracias a Dios, ayudó con nuestros abogados, llegaron en unos momentos que más necesitábamos, pues ya ve que gracias a Dios hemos salido de esta depresión”, dijo Enedina.
“Nadien’ quisiera llegar a ese lugar, pero pues como le digo, pus aguantamos y ya estoy acá gracias a Dios.
–¿Va a seguir en la lucha?
–Pues si vamos a seguir en la lucha o voy a seguir en la lucha para defender mi pueblo, mi ejido, si vamos a seguir.
–¿No le da miedo?
-Si tengo miedo, pero hay que seguirle porque no nos queda de otra para seguir adelante por mis hijos y por los hijos del mismo pueblo, porque ya saben que el gasoducto es un peligro para el pueblo.
–¿Cómo sigue usted de salud? 
–Ya mejor, pues ya salí de este problema, le doy gracias a Dios.
–¿Algún mensaje al gobierno del estado?
Fue un delito que ellos hicieron contra mí, pero pus ya a como me acusaron que era una delincuente y pues no soy una delincuente, porque no hice nada de lo que me acusaron y me tuvieron detenida ahí, por esa acusación, pero no soy ninguna delincuente y no fue nada verdad.
“Los delincuentes fueron ellos sin ser nada, nada más me agarraron y pusieron ahí, no es verdad porque soy inocente”.
 –¿Qué piensa del gobernador Moreno Vale?
–Pues le digo, el delincuente es él, porque yo no soy delincuente, él debería estar en la cárcel, pero pues nadie lo puede meter.
 
Tiempos oscuros

Enedina salió gracias a un amparo interpuesto en un juzgado federal en Acapulco, Guerrero.
Tuvo que pasar casi un año para su liberación total, al mantenerse arraigada en su domicilio, debido a que guarda un estado de salud delicado.
Cuando fue detenida, la llevaron a los separos de la comandancia de Atlixco, donde permaneció acusada de obstrucción de obra pública y robo agravado, para posteriormente ser ingresada penal de ese municipio.
 “Llegaron y voltearon la casa fueron 15 patrullas estatales las que interrumpieron en su domicilio, querían detenerlo, forzaron las chapas, entraron a la fuerza. La familia padece de diversas enfermedades, la esposa está enferma del corazón, nunca mostraron nada, allanaron la morada” mencionó Juan Carlos Flores, quien posteriormente también sería detenido y liberado apenas hace unos días.
Enedina fue acusada de robo, obstrucción de obra pública y robo agravado, y pasó en prisión hasta el mes de octubre, cuando finalmente se le concedió por su mal estado de salud el arraigo domiciliario.
Supuestamente no permitió el paso del gasoducto, situación que finalmente no se fundamentó ante los amparos interpuestos.
El “Proyecto Integral Morelos”, que contempla el Gasoducto, atraviesa los estados de Puebla, Tlaxcala y Morelos, afectando los predios de 11 municipios poblanos, donde habitan 407 mil personas, además de que se contempla la construcción de dos termoeléctricas.
La instalación de los ductos atraviesa los municipios de Huejotzingo, San Pedro Cholula, San Jerónimo Tecuanipan, San Gregorio Atzompa, Ocoyucan, Atlixco, Huaquechula, Atzitzihuacan, Acteopan, Nealtican y Cohuecan.
Desde hace dos años, campesinos y activistas han desarrollado una lucha contra la instalación de un gasoducto en la zona del volcán Popocatépetl, donde aseguran que por obvias razones son peligrosas.
En todo este tiempo han desarrollado foros, manifestaciones, marchas, cierres de carreteras sin que hasta el momento se pudiera frenar la construcción del proyecto de la CFE, en el que incluso se ha hecho uso del Ejército Mexicano para resguardar los trabajos.
En este tiempo fueron detenidos tres activistas, lo generó grandes críticas a nivel nacional e internacional.
Ahora los tres están libres, Enedina recibió la semana pasada la notificación judicial.