El Pleno del Senado de la República aprobó una reforma a las leyes del Seguro Social y del ISSSTE que garantiza el acceso a la seguridad social a las parejas del mismo sexo. Esto incluye a integrantes de matrimonios de heterosexuales y del mismo sexo en el término cónyuge, para garantizar el otorgamiento de pensiones por orfandad y viudez, y ayuda asistencial a los pensionados, sin importar su preferencia sexual.
Por lo anterior, el IMSS y el ISSSTE deberán adecuar las disposiciones reglamentarias, normativas y administrativas de su régimen interno para cumplir con el decreto, dentro de los 180 días siguientes a su entrada en vigor. El dictamen con las reformas aprobadas a ambas leyes fue remitido a la Cámara de Diputados.
Al respecto, los rectores de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Emilio Baños Ardavín, y de la Universidad Iberoamericana-Puebla (Ibero), Fernando Fernández Font, dan a conocer cuáles son sus opiniones.

“Modelo de familia
es lo ideal”

Emilio Baños Ardavín, rector de la UPAEP, subrayó que desde la institución a su cargo lo que promueven es dar a la familia el entorno adecuado para la formación de los hijos, y eso se presenta en un contexto donde hay una unión entre un hombre y una mujer.
Dijo que las parejas gay no pueden generar ese entorno, y reiteró que “el entorno idóneo, el más estable, el más perdurable, es el de la unión del hombre y la mujer”.
Aunque el debate aún no inicia en el Congreso, auguró que la bancada del PAN mostrará un total rechazo a la propuesta federal. Así mismo, agregó: “Nosotros lo que vemos y se ha analizado es que el modelo de familia como tal, de la unión del hombre y de la mujer y con ello la procreación de los hijos y la unión familiar, es el ambiente ideal de la convivencia de las personas”.
Además, reiteró que se trata de un debate que hay que seguir. “Nosotros estamos por la línea de fomentar a la familia, en esta región y en el país”, concluyó.

“No se puede tapar
el sol con un dedo”
Por su parte, Fernando Fernández Font, rector de la Ibero-Puebla, declaró que el debate sobre la unión de personas del mismo sexo es un tema complejo, nada sencillo, pero que atiende a una nueva realidad que se está presentado.
“Yo he señalado muchas veces que no se puede tapar el sol con un dedo”, afirmó, aunque acotó que estas uniones entre personas del mismo sexo no pueden llamarse “matrimonio”.
Agregó que la tendencia en leyes busca permitir al Estado y a las personas del mismo sexo tener derechos y obligaciones, y reveló que el tema no es fácil. “Lo que me parece ambiguo es entender que una unión de este tipo sea el matrimonio, a mí me parece que un matrimonio es aspirar a tener hijos”.
Reveló que la propuesta se trata de una unión libre que quiere reconocer el Estado, para conceder los beneficios que este tipo de unión puede ofrecer.
“Me parece que cuando alguien confunde y dice que esto es un matrimonio, yo digo no. No es un matrimonio, es una unión que les permite el Estado para poder tener los diversos beneficios de este tipo de unión, otorgados por el mismo Estado”.
El sacerdote jesuita afirmó que si se logran separar los términos, entonces no habría problema. “Si tú dices los matrimonios gay, no, eso no es un matrimonio, si dices tú el código civil va a llevar a reconocer los derechos de dos personas que quieran vivir juntas, del mismo sexo, pues yo digo ¿cuál es el problema?”.
Sin embargo, aclaró que sería un adelanto que se permitan estas uniones, porque los procesos de transformación social suelen ser muy lentos.
“Nos queremos apegar a los procesos tradicionales, porque creemos que es lo mejor, pero lo que respondió a un momento social, ahora no responde. Entonces hay que adecuar las normas, las reglas, a las problemáticas actuales y eso está bien”, concluyó.