El diputado del Partido Acción Nacional, Pablo Montiel Solana, defendió su posición en contra de la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo, e indicó que hay que crear otra figura jurídica para legalizar la unión.
Explicó que el concepto "matrimonio" tiene antropológicamente un significado, es la unión de Hombre y Mujer, mientras la naturaleza del matrimonio civil radica en la importancia que para la sociedad tiene el proteger los valores y aportes que para ella tiene esa célula básica llamada familia.
Luego de que la semana pasada llegará la recomendación del Senado de la República para que el Congreso del Estado legisle sobre los matrimonios gay, Montiel Solana sostuvo que la unión entre personas del mismo sexo (con fines sexuales, afectivos, políticos, comerciales o cuales fueran) no cumple con las mismas funciones sociales por las que el derecho regula y protege al matrimonio, por lo que carece de sentido atribuirle la misma regulación jurídica.
Aseguró que negar la posibilidad a un homosexual de contraer matrimonio con otro, de ninguna forma es retrógrada, arcaico ni mucho menos injusto, como no lo es negar esa misma posibilidad al hombre que ya está casado y quiere estarlo con 2 ó más mujeres. O a la mujer que sintiendo especial afecto por su mascota pensara que eso basta para casarse con ella.
El diputado panista manifestó que las leyes actuales en su mayoría, reconocen el derecho individual a decidir que nadie puede ser discriminado por sus preferencias ya sean políticas, religiosas, sexuales o de cualquier tipo.
Comentó “Suscribo tal derecho, en términos coloquiales cada quién puede hacer con su vida lo que le plazca. Pero entre eso y exigir que por preferencia alguna deban existir leyes particulares para reconocer derechos antinaturales hay una distancia tan abismal como irracional es la solicitud.”
Expresó que legislar teniendo como sustento las preferencias, llevaría irremediablemente a una súper regulación de toda actividad humana y peor aún, llevaría a tener sociedades que por "progresistas, tolerantes e incluyentes" tuviesen que aceptar prácticas atentatorias de la propia tranquilidad, paz, armonía y seguridad de ellas mismas.
Preguntó “quién podría negar entonces la necesidad de legislar para "reconocer" el derecho de quienes "prefieren" no trabajar y buscar su propia subsistencia hurtando el producto del trabajo de otros. O para "garantizar" el derecho de quienes "prefieren" solucionar los conflictos mediante el uso de la violencia. O para obligar a todos los restaurantes a que tengan en existencia siempre helado de vainilla para garantizar el "derecho" de quienes lo "prefieren" por encima del sabor chocolate o fresa.”
Aclaró que tienen razón los homosexuales al afirmar que existen derechos respecto de los cuales son excluidos, como tendría razón cualquier individuo heterosexual, soltero o incluso una pareja o grupo de hermanos que viviendo en familia o comunidad, no acceden a ciertos derechos que solo otorga el matrimonio.
Señaló que un ejemplo es el derecho del cónyuge a la pensión laboral o a instituciones de salud públicas, pero aclaró, en estos casos sería un error pretender su acceso mediante el matrimonio, lo que está en todo caso mal regulado, es la capacidad individual de transferir tales beneficios por lo que para el caso citado por lo que debían estar luchando es porque la ley reconozca a los individuos solteros la facultad de nombrar beneficiarios.
Asimismo dijo respecto del "derecho a adoptar"  debe aclararse que en un proceso de adopción, el primer derecho al cual la autoridad se obliga es al derecho del niño a pertenecer a una familia, en ningún caso existe el derecho de uno o más adultos a obtener un premio de consolación.
Indicó que entendiendo éste principio elemental, el debate sobre el derecho de los adultos (independientemente de su preferencia sexual) queda sin materia y es la autoridad quien bajo criterios de garantía a los derechos de los niños, deberá resolver respecto de su integración a familia alguna, por supuesto entendiendo que por razón lógica y natural, el primer derecho a que tiene un menor es a gozar de un Padre y una Madre.

La propuesta

El pasado 11 de mayo la cámara alta envió a los congresos de las entidades federativas-que aún no lo han hecho-el oficio identificado como DGPL-2P3A.-4240.20 por el que pide que en el ámbito de sus competencias implemente reformas a su legislación civil.
El coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano (MC), Julián Peña Hidalgo, consideró que existen las condiciones necesarias para que en Puebla se pueda concretar una reforma que avale legalmente los matrimonios igualitarios.
“Me parece que existen las condiciones, lo podemos hacer, podemos discutirlo. Habrá que tomar varios puntos de vista de las organizaciones, derechos humanos y otras asociaciones de la sociedad civil para pues en su momento aprobar o no esta petición.”
Mientras la presidenta de la Comisión de la Familia, Lizeth Sánchez García  indicó que el tema tendrá que ser discutido e incluso realizar una consulta con la sociedad.
Aclaró que a pesar de que su partido (PT) aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo, este no es un tema que se tenga en la agenda legislativa.
El oficio fue turnado a la Comisión de Procuración y Administración de Justicia del Congreso de Puebla para su análisis, dictaminación y posible aprobación para que posteriormente sea enviado al Pleno para que reciba el aval de todos los diputados locales.