La difusión en las redes sociales chinas de fotografías en las que una modelo china posa desnuda en la Ciudad Prohibida, el antiguo palacio imperial de Pekín, ha generado bastante polémica en la red, donde algunos han calificado el acto de "profanación de la Historia".
Una de las imágenes, en la que la joven monta a horcajadas sobre la estatua de mármol de un dragón, ha causado especial controversia y críticas contra el autor de las instantáneas, un fotógrafo llamado Wang Dong.

 


"Solo estaba haciendo mi trabajo, y no molesté a nadie", se defendió el artista, graduado de la Academia Central de Teatro de Pekín y actualmente cursando estudios en Estados Unidos, en declaraciones al diario local Beijing News.


En las redes chinas algunos comentaristas señalaron que este tipo de fotos son aceptables en una playa pero "insultan" el significado histórico del palacio imperial, uno de los símbolos de la civilización china.


"No fue mi intención difamar una cultura o civilización", respondió el artista, quien aseguró que las fotos de modelos desnudas en zonas turísticas son algo común en China.


En otra de las imágenes la joven posa también sin ropa mientras decenas de turistas caminan cerca de ella, lo que según expertos citados por el diario oficial Global Times demuestra que la sesión fotográfica era ilegal, ya que los responsables del museo solo organizan estos eventos cuando está cerrado al público.
Wang no es el primer artista chino que causa polémica con sus imágenes en la Ciudad Prohibida, y antes que él famosos creadores como el irreverente Ai Weiwei han protagonizado controversias similares.
En una ocasión el propio Ai Weiwei, famoso por su activismo político y sus críticas al régimen comunista, apareció en un cartel completamente desnudo ante la célebre puerta roja de Tiananmen, donde cuelga el retrato de Mao Zedong y que da acceso a la Ciudad Prohibida.
El Museo de Palacio de la Ciudad Prohibida ha condenado las fotografías  y las calificó de "profanación de la dignidad del patrimonio cultural", según ha informado el diario estatal China Daily.

 


A raíz de la difusión en redes sociales y en los medios de comunicación de estas imágenes, los responsables de la conservación del antiguo palacio imperial aseguraron en un comunicado que la sesión fotográfica "causó perjuicios al orden público, la moralidad y la atmósfera del museo".


La institución explicó que las imágenes fueron tomadas el 17 de mayo -el mismo día en el que Wang Dong colgó por primera vez las fotos en internet-, sin que los responsables del museo fueran avisados previamente.