El portero Iker Casillas, con 25 años, 17 temporadas y 725 partidos, afirmó, en su despedida en el estadio Bernabéu, que se va al Oporto debido a la ilusión que le transmitió todo el equipo portugués.


"Dejé de pertenecer al Real Madrid. La decisión de irme al Oporto es por la ilusión que me han transmitido, el presidente, el entrenador (Julen) Lopetegui y todo el equipo", señaló con lágrimas en conferencia de prensa cuando leyó su comunicado. Abundó que otras de las razones por las aceptó ir a Portugal fueron las muestras de cariño que ha recibido de la gente cuando se supo su nuevo destino. "Me han ganado y eso me pone contento, haré todo lo posible por no defraudarles y lucharé al máximo".
Después se dirigió a los madridistas, a quienes expresó que después de 25 años defendiendo el escudo, llegó el difícil día de decir adiós a la institución que le dio todo.
"Parece que ayer cuando, siendo un niño de nueve años, vestía por primera vez esta camiseta y cumplía un sueño. Este club me ha formado como persona, me ha ayudado a crecer, con valores como el respeto, compañerismo y, sobre todo, humildad", dijo.
Añadió que recuerda a todos sus compañeros, con quienes ha vivido momentos únicos y fueron su familia, al igual que sus entrenadores. "De todos he aprendido muchas cosas. A los cuerpos técnicos me transmitieron comprensión, sabiduría, experiencia y profesionalidad".
El excapitán "merengue" dedicó sus últimas palabras al madridismo, "que no conoce fronteras. Gracias por su apoyo y permitirme levantar cada copa, cada triunfo. Nunca los olvidaré, a donde vaya seguiré gritando ¡Hala Madrid!".