Desde niños, hasta las mujeres y hombres indígenas, son discriminados constantemente, esto los mantiene marginados y en la extrema pobreza a la gran mayoría de personas de cualquier etnia.
Este domingo se conmemora el día internacional de los pueblos indígenas, sector de la población que vive bajo una constante discriminación, hace que vivan marginados.
En Puebla existen alrededor de 350 mil niños indígenas en condiciones de pobreza extrema y marginación, más de mil presos en las distintas cárceles sin siquiera saber hablar español y casi el 50% de las mujeres sufren maltratos por costumbres ancestrales.

Conforme al Censo de Población y Vivienda 2010, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estima una población de 15.7 millones de indígenas en México.
Existen 11.1 millones que viven en un hogar indígena, son ubicables geográficamente y son el entorno poblacional de las políticas públicas en materia indígena.
De los 15.7 millones, 6.6 millones son hablantes de lengua indígena y 9.1 millones no hablan lengua indígena y 400 mil de los hablantes no se consideran indígenas.
 
Indígenas y mujeres, doble discriminación
Las mujeres indígenas enfrentan una doble desventaja en su capacidad de decisión, el acceso a los recursos y la capacidad de acción: ellas son indígenas y mujeres.
En Puebla el 47.1 por ciento de las mujeres indígenas sufren violencia de pareja, superior a la media nacional, de acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hoga­res (ENDIREH),
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), ha generado y difundido información estadística que contribuye al conocimiento de la magnitud y características de la violencia que sufren las mujeres.
ENDIREH señala que  67 de cada 100 mujeres de 15 años y más han padecido algún incidente de violencia de pareja, comunitaria, laboral, familiar o docente a lo largo de su vida.
Así, por ejemplo, los indígenas tienen menos acceso a la educación que los no indígenas y las diferencias de género en la escolaridad son mayores entre esta población.
De las 32 entidades de la República Mexicana, 11 presentan un porcentaje de violencia de pareja superior a la media nacional, que es de 43.2 por ciento.
El Estado de México con 54.1por ciento, Jalisco 52.8 por ciento, Colima 50.3 por ciento, Durango 48.6 por ciento, Tabasco 48.4 por ciento, Puebla 47.1 por ciento, Morelos 45.4 por ciento; Guerrero y Aguascalientes, con 45.3 por ciento cada uno, Oaxaca 43.9 por ciento y el Distrito Federal 43.5 por ciento.
El estudio señala que la subordinación de las mujeres indígenas puede ser reconocida desde la perspectiva de una triple opresión: desde su clase, desde su género y desde su condición étnica. Es decir, las mujeres indígenas son oprimidas y excluidas por ser pobres, por ser mujeres y por ser indígenas.
En las comunidades indígenas la construcción social del género se fundamenta y se representa a través de una marcada división sexual del trabajo, que sólo da valor a las mujeres en función de su maternidad, concebida como fin natural de la mujer, mientras que los hombres son los jefes, los dueños de las mujeres, los que tienen el poder y toman las decisiones.
Las mujeres indígenas tienen más hijos que las mujeres mestizas; en algunos lugares el promedio es de seis o siete hijos por mujer en edad reproductiva.
La migración ha ocasionado que las mujeres asuman, además de sus tareas cotidianas, el rol de jefas de hogar; en esta reestructuración social muchas familias son encabezadas por mujeres.
Una consecuencia más de la migración de los hombres del campo, es la creciente ocupación de las parcelas por las mujeres; esposas, hijas o hermanas de esos migrantes.
Sin embargo, la inequidad de género también está presente en la tenencia de la tierra, ya que aún cuando hay cada vez más mujeres campesinas, no existen mecanismos legales, ni políticas públicas que aseguren la propiedad de la tierra para éstas.
En este contexto muchas mujeres también migran a las ciudades en busca de trabajo, algunas también se arriesgan con sus hijos para ir a Estados Unidos, a pesar del abuso de los "polleros", del temor a la migra, de ser violadas y hasta asesinadas como ha sucedido con muchas mujeres.
La subordinación y exclusión de las mujeres indígenas de muchos espacios políticos, laborales, sociales y culturales, es violencia.
La violencia que se manifiesta en muchas formas y grados. Sin embargo, las mujeres comienzan a cuestionar los usos y costumbres que las mantienen subordinadas y que refuerzan el mandato patriarcal construido y legitimado histórica y socialmente.
A través de los espacios de reflexión que han generado, las mujeres indígenas comienzan a tomar en sus manos su destino, su vida, sus preferencias y sus participaciones.
 
Detenidos
Datos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), señalan que en todo el estado de Puebla se tienen más de mil presos indígenas, de los cuales al menos 300 purgan delitos menores, pero por ignorancia siguen presos.
Por lo menos 300 indígenas se encuentran encarcelados por delitos menores según informó el organismo.
Explica que entre otras razones, están presos por no contar con traductores que les asistan en procesos judiciales.
En el estado se carecen de traductores certificados y abrió la convocatoria para el Diplomado en Traductores.
Actualmente la CDI trabaja en la liberación de mil indígenas en diferentes municipios de la entidad.
De cada uno de los detenidos de distintas etnias, se analizan sus situaciones y el porqué de sus condenas.
Los porcentajes determinan que el setenta por ciento son hombres y el resto corresponde a mujeres.
Otras de las acciones en las cuales trabaja la CDI, es en el diplomado de traductores e intérpretes indígenas, ya que muchas de las veces por la falta de estos impide una defensa justa y termina en un caso más de discriminación.
La CDI paga los servicios médicos y las medicinas así como el hospedaje de su acompañante de los miembros de la comunidades indígenas en caso de que la especialidad médica no exista en sus comunidades además dan de comer a más 4 mil 900 niños y jóvenes.
En el tema educativo se atienden a una gran cantidad de estos en los 89 centros educativos de niños y el PROCAPI con el cual se beneficia a grupos mixtos con proyectos productivos y el centro de acopio en el municipio de Zautla.
 
Pueblos
La CDI en conjunto con el INEGI, desarrollaron el Catálogo de Pueblos Indígenas 2010, el cual recaba información respecto a la identificación y cuantificación de la población indígena en México.
De acuerdo a este catálogo, hasta el 2010 existían un total de 64 mil 172 localidades indígenas, mismas que se encuentran clasificadas de acuerdo a criterios de concentración de población indígena en cada una de ellas.
Al respecto, la CDI divide el total en 34 mil 263 localidades, con una proporción de población indígena mayor o igual a 40 por ciento de su población total; y 2 mil 118 localidades con una densidad de población de menos del 40 por ciento de población indígena y más de 150 indígenas, se consideran localidades de interés.
Asimismo, contabilizó 27 mil 791 localidades con menos de 40 por ciento de población indígena y menos de 150 indígenas entre su población total.
Además, identifica 25 regiones indígenas en 20 estados del país; sin embargo, en todas las entidades se encuentra población indígena.
Al mismo tiempo, de los dos mil 456 municipios existentes, 624 son indígenas y se concentran principalmente en los estados de Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Yucatán.