En el Estado de Puebla los adultos mayores no forman parte de las estadísticas de la delincuencia, aseguró Dulce María Pérez Torres, investigadora de la facultad de Psicología de la UPAEP.
    
Lo anterior, a pesar de los altos índices delictivos que reporta el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia, que revela que ese grupo de la sociedad actual, es presa de extorsiones telefónicas, robo a casa habitación, robo a transeúnte, robo de autopartes y robo al interior del vehículo, principalmente.
    
No es que se ignore al adulto mayor, aseguró Pérez Torres, sino más bien, existe un problema de empoderamiento de la vejez, porque el resto de la sociedad no comprende que el adulto mayor tiene un número representativo a nivel del país, obviamente no hacemos caso a estas indicaciones de mirarlos, “porque por eso no los miramos”.
    
Ante la situación de inseguridad en que se encuentra ese grupo social, dijo que una de las características del adulto mayor, es que cuando llega a los 60 años, considera que tiene la capacidad y la vitalidad para moverse y para poder solucionar algún problema que se le presenta.
    
Sin embargo, dijo que con frecuencia, muchas personas ya no tienen esas capacidades para resolver problemas inmediatos, sobre todo cuando hay una enfermedad degenerativa y obviamente que eso los hace presas fáciles de la delincuencia, de la extorsión y del robo a su casa.
    
Por eso, dijo que es muy importante, que cuando la familia se empiece a dar cuenta que los abuelos tienen estas limitaciones, soliciten el apoyo de alguna persona más jóvenes que ellos, para que los puedan acompañar en algunas actividades, siempre y cuando no se le diga que lo hacen porque ya no puede, sino con el argumento de la compañía, de la relación de amistad que tienen que fortalecer.

Reveló que alrededor de las calles vemos que hay muchas personas adultas caminando torpemente, con bolsas bastante pesadas para ellos o intentando sacar dinero del cajero, donde con frecuencia se les olvida su clave o se les olvida la forma de meter la tarjeta, “y si no van acompañados son presa fáciles de estos fenómenos tan alarmantes que tienen que ver con el adulto mayor”.


    
Cabe mencionar que los indicadores del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia, revelan que el 43 por ciento de los adultos mayores son víctimas de extorsión telefónica y el 46 por ciento son presa de robos en diferentes modalidades, como a casa habitación, a transeúnte, de autopartes y al interior del vehículo, datos de enero a agosto del presente año.
    
En la vejez, dijo la investigadora universitaria, es importante que la persona prevenga las enfermedades comunes entre ese grupo y que haya una relación inter-generacional, tanto del adulto como del joven, para que puedan relacionarse adecuadamente y prepararse para la vejez.

Y es que esa última situación, reveló, es algo que a todos nos hace falta y aceptar con dignidad cada etapa de la vida que vamos atravesando, por eso, dijo que es importante que sean parte de las estadísticas, “es importante, porque ellos no se han empoderado y nosotros tampoco los hemos empoderado”.

El problema, dijo Dulce María Torres, es que los adultos mayores, solamente nos causan, como “ternurita”, pero en realidad no vemos las actividades y las estrategias a nivel político de salud y de educación, que puedan tener ellos


Presas de la delincuencia
    
Y aunque aseguró que los adultos mayores no pueden ser considerados como las presas más fáciles para la delincuencia, reconoció que ellos, por su misma fragilidad física y psicológica “pueden ser muy enfocados” por los maleantes. 
    
Aseguró que en la sociedad actual, tenemos que manejar el término del auto-cuidado en el adulto mayor y a partir de los 60 años re-educar, re-ligarse con lo que está pasando en la sociedad y que las personas adultas no piensen que nunca les va a pasar, pues puede sucederles porque están en condiciones de vulnerabilidad.

 

De manteles largos

Este viernes 28 de agosto, se celebra el día del adulto mayor y en el Estado de Puebla, dijo, se tienen registrados alrededor de 600 mil poblanos mayores de 60 años, de los cuales, el 20 por ciento tiene alguna capacidad funcional adecuada.


A detalle
“Hay universidades de la persona adulta mayor en muchas partes del mundo, en cambio en México, incipientemente estamos buscando tener un espacio para la educación del adulto mayor”, Dulce María Pérez Torres, investigadora de la facultad de Psicología de la UPAEP.