El Ejército de Rusia ha bombardeado este miércoles por primera vez a los enemigos del gobierno de Siria, que encabeza el presidente Bachar al Asad. La televisión estatal del país árabe, que citó una fuente militar, anunció que la aviación de Rusia, en colaboración con las fuerzas aéreas de Siria, atacó blancos del EI en las provincias centrales de Hama y Homs, donde ocasionó "grandes pérdidas en las filas de los terroristas”.
Las zonas bombardeadas fueron Al Rastan, Telbise, Al Zafarana, Deir Ful, Salamiya y los montes de Al Hamr y Aidun, de acuerdo a la versión de la cadena.
Las zonas descritas por la televisión estatal coinciden con la teoría del gobierno de Estados Unidos, quien ha asegurado que Rusia no bombardeó zonas que no están bajo control del Estado Islámico (EI), sino que se disputan fuerzas del régimen sirio y lo que Washington denomina oposición moderada.
Sin embargo, el gobierno ruso, dijo que sus fuerzas militares efectuaron ocho ataques contra objetivos del EI en zonas montañosas de Siria, pero negó daños colaterales entre la población civil, lo que fue desmentido por activistas y opositores.
"Los aviones de las Fuerzas Aéreas rusas asestaron precisos ataques contra ocho objetivos del Estado Islámico en Siria", dijo Ígor Konashenkov, portavoz del Ministerio de Defensa ruso, a medios locales.
Además, subrayó que los aviones rusos, que realizaron cerca de una veintena de vuelos contra las posiciones de la organización yihadista, no atacaron las infraestructuras civiles ni sus inmediaciones.

36 civiles fallecidos, según la oposición


La reacción de la oposición no se ha hecho esperar y el presidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Jaled Joya, afirmó desde Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de la ONU, que los bombardeos rusos en el norte de Homs causaron la muerte de 36 civiles. En varios tuits, el jefe de la principal alianza de la oposición política siria destacó que las áreas atacadas por los aviones rusos "estaban libres del EI y de Al Qaeda".
En varios tuits, el jefe de la principal alianza de la oposición política siria destacó que las áreas atacadas por los aviones rusos "estaban libres del EI y de Al Qaeda".
Joya ofreció, además, un desglose de víctimas por zonas: 17 fallecidos en la zona de Telbise; seis en Al Rastan; once en Al Zafarana, y uno en Al Mukaramiya y Al Ganto, respectivamente.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres pero dispone de una amplia red de activistas sobre el terreno, también rechazó que los ataques de Rusia hayan golpeado lugares con presencia del Estado Islámico.
"Los ataques no tuvieron como blanco zonas bajo el control del EI, sino áreas en poder de facciones armadas que trabajan por una Siria democrática y donde hay un cuartel del Movimiento Islámico de los Libres de Sham y del Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda)", lamentó la ONG en un comunicado.
El Observatorio precisó que los aparatos rusos destruyeron un depósito de armas y un vehículo del opositor Ejército de Aza (honor), perteneciente al moderado Ejército Libre Sirio (ELS), además de causar heridas a un número indeterminado de rebeldes en la provincia de Hama.
La misma fuente agregó que los bombardeos también afectaron a lugares del norte de Homs.
Posteriormente, la aviación de Siria arrojó tres barriles de explosivos en Telbise, siete en el pueblo de Deir al Ful y cuatro en Gazaldin, indicó este opositor.
También desde el norte de Homs, otro activista de la oposición, Mahmud Luz, dijo que el Tribunal Superior de los rebeldes en esta provincia decretó este miércoles un toque de queda en la mitad septentrional de la misma durante toda la noche.


Washington no cree a Moscú

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, aseguró que el primer ataque aéreo ruso en Siria habría ocurrido en una zona no controlada por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y apuntó un posible riesgo de una agravamiento de la guerra civil siria.
"Quiero ser cuidadoso, pero parece que (el primer ataque aéreo ruso) sucedió en áreas donde no había fuerzas del EI", dijo Carter, quien reiteró que luchar contra los yihadistas sin incluir la salida del presidente sirio, Bachar al Asad, es "echar gasolina" al conflicto de ese país.
En opinión de Carter, combatir al Estado Islámico sin perseguir paralelamente una transición política en Siria "eleva el riesgo de escalada militar y de inflamar el extremismo que Moscú asegura que es su mayor preocupación".
Rusia informó este miércoles a Estados Unidos por vía diplomática sobre la inminencia de sus primeros ataques aéreos en Siria, después de haber desplazado dos docenas de cazas y personal al este del país, dominado por el Gobierno de Damasco.
 

Al Asad pidió ayuda a Putin

Homs, que recibió el sobrenombre de la "capital de la revolución" tras el inicio de las protestas contra el Gobierno de Damasco en marzo de 2011, está bajo control del Ejecutivo sirio a excepción del distrito de Al Waer, el único del centro de la localidad donde hay insurgentes.
El presidente sirio confirmó que había solicitado a Moscú el envío de su Fuerza Aérea a territorio sirio para combatir el terrorismo.
El Consejo de la Federación (Senado) de Rusia autorizó este mismo miércoles la actuación de las Fuerzas Aéreas de este país en Siria, a petición del presidente del país, Vladímir Putin, un permiso que no incluye una intervención terrestre.
El jefe del Gabinete del Kremlin, Serguéi Ivanov, explicó que el objetivo de esta intervención militar es luchar contra la organización terrorista Estado Islámico (EI), que proclamó a finales de junio de 2014 un califato en Siria e Irak, países en los que ha ocupado partes del centro y el norte.
Putin, uno de los principales aliados del Gobierno de Al Asad, defendió el lunes la creación de una coalición internacional para luchar contra los yihadistas junto al Gobierno de Damasco e Irán, durante su intervención en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
 

Investigación en París contra Al Asad

Por otra parte, la Justicia francesa ha abierto una investigación penal contra el régimen de Bachar Al Asad por "crímenes de guerra" cometidos en Siria entre 2011 y 2013, según confirmó el Ministerio de Exteriores galo.
La investigación, iniciada este mes en la Fiscalía de París, se basa principalmente en las imágenes de un ex fotógrafo a las órdenes de la policía militar Siria, identificado con el pseudónimo de César.
El hombre huyó de Siria en julio de 2013 con cerca de 55.000 fotografías en una tarjeta de memoria, en las que se podían ver cadáveres torturados, cuerpos heridos o con los ojos arrancados y fosas comunes.
Un portavoz ministerial señaló que recibieron a finales del pasado agosto el material y que después de que fuera verificado por los servicios competentes el titular de Exteriores, Laurent Fabius, decidió ponerlo en manos de la Fiscalía el pasado día 10, de acuerdo a lo establecido en el artículo 40 del Código Penal.