La Skarp Razor se propone terminar para siempre con el modo en que nos afeitamos desde hace siglos, tiene el aspecto de una afeitadora descartable común, excepto por un detalle: no tiene hojas metálicas sino un láser. El proyecto se subió a Kickstarter el 23 de septiembre, y ni siquiera las estimaciones más optimistas podrían haber previsto que en menos de 24 horas iban a llegar a la meta de 160 mil dólares para comenzar la producción comercial.

De hecho, para este martes -cuando todavía restan 19 días para que la campaña de crowfunding finalice- ya llevan apoyo por más de 1,2 millones de dólares y no parece detenerse. Está claro que hay mercado para un producto como este.

Uno de los fundadores detrás del proyecto Skarp es el sueco Morgan Gustavsson, que inventó en 1989 el sistema de Luz Pulsada Intensa, hoy por hoy uno de los más utilizados y efectivos para depilación definitiva. Gustavsson tiene la idea de una afeitadora láser desde 2001, aunque la tecnología láser para llevarla a cabo recién está disponible desde hace poco tiempo.

En principio, el invento parece perfecto: no solamente disminuye los residuos producidos por miles de millones de afeitadoras de plástico, sino que también elmina los cortes, la irritación y las infecciones que provocan las maquinitas convencionales. Además, proporciona afeitadas más rápidas y limpias, sirve para todas las áreas del cuerpo y puede usarse bajo la ducha. Funciona con una batería AAA (lo que le da aproximadamente un mes de uso) y el láser tiene una duración de 50 mil horas.