El observatorio de salarios de la Ibero criticó la desindexación salarial debido a que la medida es solamente un paliativo que no va al fondo de los problemas de la distribución del ingreso ni de la recuperación del poder adquisitivo del salario en nuestro país.
El economista, Miguel López López, coordinador del departamento de Economía y Finanzas de IBERO planteó que nuestro país marcha en sentido contrario a lo que han realizado otras economías que realmente han protegido el salario de los trabajadores y de las clases medias cuando se garantiza el poder adquisitivo de los ciudadanos. Sin embargo, en el caso de nuestro país las medidas de las reformas estructurales y la flexibilización laboral lo único que han generado es que la contención salarial intocable. 
También han vuelto precarios el empleo a través de un conjunto de reformas que son reaccionarias y dañan a los trabajadores.  
En el mismo sentido, se plantea un mecanismo donde únicamente se beneficia a los consorcios y a los grandes capitales sin que esto impacte en el poder adquisitivo de los trabajadores. La  productividad sólo es para el gran capital y no para el trabajo.
Además, expusieron los economistas que la manera como el gobierno mexicano y el legislativo consideran al salario genera que este deprecie porque dejan intactas prebendas para el gran capital y el sistema económico vigente.
En el mismo sentido, la política económica del gobierno federal ha creado privilegios y condiciones crediticias y fiscales de privilegio para grandes grupos económicos sin que se apoye con beneficios fiscales, exenciones y subsidios a la pequeña y microempresa que es la que más empleos genera en el país.
Otro gran problema que se plantea es que la política monetaria del Banco de México sigue los lineamientos de los intereses internacionales y de las instituciones del Banco Mundial y de los consensos del capital internacional porque es una política restrictiva que únicamente se enfoca en mantener tasas inflacionarias menores a dos dígitos, algo que continuamente presume el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, pero con estas políticas no se incentiva el crecimiento económico, la creación de empleos y la distribución equitativa del ingreso.
La caída del salario mínimo en México se refleja en la caída de los niveles de vida de los mexicanos: “Los efectos de la reducción del salario mínimo en México pueden verse reflejados en los niveles de vida, así como en la distribución de la riqueza social. En materia de niveles de vida, existe un vínculo estrecho entre los salarios mínimos, la desigualdad y la pobreza. Esta relación consiste en que una reducción de los salarios no sólo genera mayor pobreza, porque en gran parte de la población no alcanza para cubrir los mínimos de bienestar que garantiza la constitución, sino porque perpetúa y profundiza la desigualdad”.


Humberto Morales Moreno, economista de la UAP y profesor investigador de la IBERO Puebla, afirmó que la caída de los salarios proviene dese la apertura económica al mercado extranjero impulsada desde la década de los noventa. Pero esto ha significado que como el salario mínimo está comprendido-indexado a la inflación esperada no genera distribución del ingreso. En tanto, el salario de todas las ramas y sectores económicos, tiene como base el mínimo, señaló, por lo que Morales propuso la desaparición de la comisión de salarios mínimos que ya no vela por los intereses de los trabajadores de este país.
 El observatorio señaló que las políticas del control inflacionario son recesivas, mantienen bajo control la inflación pero impiden también que haya un aumento permanente del salario. El cual ha dejado de ser un “mecanismo redistributivo” lo que permitiría que estructuralmente mejorara la condición de vida de millones de mexicanos:  "El salario como mecanismo de redistribución no se moverá y la situación de pobreza y desigualdad permanecerá latente en la sociedad mexicana”, señala el Observatorio de Salarios de la Ibero Puebla.