Rusia lanzó el jueves su primer cohete desde un nuevo cosmódromo, un día después de que una falla técnica obligó a aplazar el evento, en una señal de la crisis permanente que vive la industria espacial del país.

Un cohete no tripulado Soyuz-2.1A que transporta tres satélites, se elevó en un despejado cielo azul tras despegar de la plataforma de lanzamiento del cosmódromo Vostochny, en la remota región de Amur, cerca de la frontera con China, a las 0501 hora de Moscú (0201 GMT), mostró la televisión estatal.

Los satélites se separaron de la tercera etapa del cohete tras cerca de nueve minutos de vuelo y se dirigieron a sus órbitas designadas, informaron las agencias de noticias rusas citando a funcionarios de la agencia espacial Roscosmos.

El lanzamiento fue cancelado el miércoles menos de dos minutos antes del despegue, lo que molestó al presidente Vladimir Putin, quien había viajado miles de kilómetros para ver lo que los medios de comunicación y funcionarios rusos habían calificado como un evento histórico.

Quiero felicitarlos. Es algo para estar orgullosos, dijo Putin en el cosmódromo a los trabajadores y funcionarios de Roscosmos después de presenciar el lanzamiento del jueves en Vostochny, informaron medios rusos.

Sus declaraciones contrastan con las duras palabras del mandatario después del lanzamiento abortado del miércoles, cuando criticó a Roscosmos y a funcionarios gubernamentales por el gran número de problemas técnicos en la industria espacial rusa.

Los retrasos y la corrupción habían complicado las obras del nuevo cosmódromo. El lanzamiento de un cohete ruso Soyuz similar por parte de la Agencia Espacial Europea en la Guayana Francesa también se retrasó por problemas técnicos este mes.

Las dificultades con los cohetes espaciales rusos son preocupantes no sólo para el Kremlin, sino también para el programa espacial estadounidense. La NASA ha dependido de Rusia para transportar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional desde que dejó de operar su transbordador espacial.