El reclamo del sector empresarial por la invasión de ambulantes en las calles del centro histórico poblano rompió una monótona sesión de la comisión de desarrollo económico. La cronología marca 40 días para reducir en Puebla capital a los informales a 300. La acalorada sesión derivó en la graciosa huida por la puerta de atrás de la sala de sesiones de Juan Carlos Morales Páez. El secretario de Gobernación literalmente como torero rajado corrió por las escaleras para evitar a los representantes de los medios informativos.

En contraparte, Juan Pablo Kuri Carballo, presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y Competitividad –destacó– que los resultados concretos deberán observarse  en un plazo de 30 días.

“El plazo ya está, él mismo lo puso, tiene el apoyo de la comisión y del ayuntamiento, y por lo que nos explicó será a fin de mes, no debe haber un plazo mayor para acabarse ya con este problema (del ambulantaje).”

Ante ese panorama de vendimia informal en las principales calles de la Pueblas colonial, el propio regidor panista Miguel Méndez pidió al flamante secretario de gobernación que realice un acto de autoridad. Pero no represivo porque el “horno no está para bollos”, remató José Juan Ayala presidente de los comerciantes establecidos del centro histórico adheridos a la Canaco.

El descontento creció al interior de la sala de sesiones porque el secretario de gobernación presentó una exposición de las acciones realizadas en algunas zonas de la ciudad –con ayuda de material gráfico presentado en una pantalla– pero con vendedores que no implican una competencia desleal como la que ocurre cotidianamente en el centro histórico. El panista Miguel Méndez irónicamente dijo a Juan Carlos Morales Páez que la exhibición correspondía a una persona estudiosa. El secretario de Gobernación del ayuntamiento de Puebla nunca entendió la directa muy directa que le clavaron como un puyazo. Es más se regodeó por el supuesto halago.

Los reclamos se incrementaban como loas grados de calor en una olla exprés. El ambiente estaba calientito. El director ejecutivo de la asociación poblana de hoteles y moteles en el estado Gustavo Ponce de León fue muy puntual al destacar que los propietarios de hoteles y restaurantes tienen un miedo desmedido porque ahora la delincuencia esa protegida por el ambulantaje.

“Lamentablemente clientes de hoteles y restaurantes han sufrido asaltos, a las señoras les arrancan sus aretes, además les provocan daños físicos y los delincuentes se ocultan en el ambulantaje que al parecer los ayuda”.

El secretario de gobernación ante las protestas guardó un silencio que solo provocaba que la mayoría de los regidores comentará en voz alta que los vendedores informales necesitan ser retirados del centro histórico.

No hay marcha atrás

Juan Pablo Kuri Carballo, presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y Competitividad, puntualizó que en la administración municipal se han obtenido avances reales en la materia pero se requieren resultados concretos que deben verse en julio.

“El plazo ya está, él mismo lo puso, tiene el apoyo de la comisión y del ayuntamiento, y por lo que nos explicó será a fin de mes, no debe haber un plazo mayor para acabarse ya con este problema (del ambulantaje).”

El regidor del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM), destacó que no existe un censo del número de ambulantes porque el secretario no dio cifras.

“Voto de confianza sí, no se ven acciones”

El que verdaderamente trinaba porque la autoridad municipal no hacía valida la palabra empeñada al principio de la administración era José Juan Ayala. El presidente de los comerciantes establecidos del centro histórico adheridos a la Canaco aseguró que el comercio formal no tiene la culpa de que la secretaría de gobernación  tenga a su cuarto responsable y que se tome como pretexto para no responder positivamente.

“El voto de confianza siempre se le ha dado a las autoridades municipales para cumplir con la palabra empeñada en el retiro de ambulante. Nosotros queremos certeza de que se cumpla con limpiar centro histórico de la competencia desleal”.

Los constantes cambios en la secretaría de Gobernación municipal no han permitido –aseguró– una verdadera estrategia para convencer a los vendedores ambulantes de retirarse. “Los avances han sido mínimos porque la misma autoridad  permitió la invasión de los vendedores ambulantes y destacan acciones positivas cuando no vemos resultados reales”, puntualizó.

“No dudamos de la capacidad del gobierno porque cuando quiere hacer algo  lo hace en un día y no en seis meses ni en un año”.

José Juan Ayala consideró que a los responsables de poner cara a los informales les falta voluntad. “No vemos estrategias, sí es voluntad y falta de capacidad, pero reconocemos el cronograma que no se han cumplido, ellos mismos lo pusieron. No han hecho acciones concretas. No queremos que use la fuerza pública, pero tampoco queremos que sigan los ambulantes”.